En este día tan especial en el que celebramos el día del amor y la amistad es bueno puntualizar algunas de las rutinas propias de las mujeres que pueden matar la pasión masculina y alejar la “buena suerte en el amor”.
Y es que algunos de los rituales propios de las mujeres al irse a la cama pueden alejar a los hombres, y poner una barrera en lo que podría ser una romántica noche de amor y pasión.
Entre las diez cosas que deben desaparecer de la rutina femenina figuran:
Dormir con cremas grasosas en rostro y cuerpo. Algunas de las cremas nocturnas prometen un rostro luminoso y joven, sin embargo estos embarres alejan por completo al hombre que quiere acariciar un rostro limpio.
El mentol en las cienes. Algunas por gusto, otras por tradición se acuestan colocando algunos dedos de mentol en las cienes. Aparte del fuerte olor a enferma, el mentol aleja cualquier posibilidad de erotismo en la cama. Si te duele la cabeza, tómate un analgésico.
Las redecillas o pañuelos. Dormir con un pañuelo o una redecilla amarrada al cabello, puede ayudar a mantener intacto el peinado, sin embargo, los hombres en realidad odian pasar la mano por la cabeza, y vez de entrelazar sus dedos en la cabellera de su amada, se encuentran enredados en los pañuelos o redecillas que más bien le recuerdan a la abuelita.
Los pantis rotos y el medio fondo. Muchas de las abuelas utilizaban medio fondo debajo de la ropa para cuidar la visibilidad de la ropa interior. Esta práctica ha quedado en desuso, y por el contrario han llegado nuevas prendas femeninas, sexys y poco perceptibles a simple vista. Una mujer que va a la cama con unos pantis rotos, rompe también cualquier probabilidad de tener sexo.
Los rolos y pinchos. Estos instrumentos, en cualquiera de sus denominaciones, son el verdadero rey de los “matapasiones”, pues es difícil que algún galán se anime a entrarle a besos a una chica con la cabeza llena de extrañas figuras cilíndricas que más bien parecen un casco protector.
Los malos olores. Algo imperdonable para las mujeres es acostarse sin haberse dado un buen baño. Esto incluye un perfecto cepillado dental. Lo más duro para cualquier mortal es acostarse al lado de una mujer que desprende raros olores. Puede que llegue a la cama con el pajarito entusiasmado, sin embargo bastará con un simple acercamiento para que por el mal olor, el pajarito se quede dormido.