SEÚL, Correa del Sur. La llama olímpica llegó este miércoles a Corea del Sur, 100 días antes de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang.
La campeona olímpica surcoreana Kim Yu-Na, medalla de oro en patinaje artístico sobre hielo, transportó la llama dentro de un farol de seguridad blanco y dorado al descender de un avión de Korean Air procedente de Grecia.
“Es un símbolo importante, orgullo de nuestro trabajo y nuestra pasión a la hora de organizar uno de los eventos deportivos más estimulantes para nuestro país”, dijo el responsable surcoreano de la organización de los Juegos, Lee Hee-Beom.
“Queremos que la posta de la antorcha olímpica los conecte con los Juegos y encienda la pasión y entusiasmo en cada rincón de Corea” del Sur, agregó Lee Hee-Beom.
La llama se entregó a los organizadores surcoreanos de los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang de 2018 durante una ceremonia en el Estadio Panathenaic en Atenas el día anterior. Los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018 se llevarán a cabo del 9 al 25 de febrero de 2018.
Los Juegos se desarrollarán del 9 al 25 de febrero, aunque la organización se vio opacada por escasas ventas de entradas y la amenaza de un conflicto nuclear con Corea del Norte. El sitio olímpico de Pyeongchang se encuentra a apenas 80 kilómetros de la Zona Desmilitarizada que separa a las dos Coreas.
Los organizadores indicaron que 7.500 personas fueron seleccionadas para transportar la llama, a lo largo de un recorrido de 2.018 kilómetros por todo el país.
Tensiones y temores
A cien días del inicio de los Juegos, Lee Hee-Beom rechazó los temores a un ataque norcoreano, que calificó como “una exageración”.
El mes pasado, varios países, entre ellos Francia, Alemania o Austria, se interrogaron sobre la seguridad de sus deportistas en la cita olímpica.
Las tensiones se mantienen latentes en la región debido a las pruebas nucleares y al lanzamiento de misiles realizados por el régimen norcoreano, con el añadido de la escalada verbal con el gobierno estadounidense de Donald Trump.
Lee Hee-Beom declaró a la AFP que los temores son excesivos. Existen planes de urgencia, pero no hará falta ponerlos en práctica, estimó.
“Corea no está dividida desde ayer, lo está desde 1945”, indicó.
Corea del Sur organizó varios “eventos deportivos muy seguros” y “Pyeongchang no es la excepción”. Los temores son “de algún modo una exageración”.
El movimiento olímpico expresó recientemente su apoyo “incondicional” al comité organizador a pesar de las tensiones diplomáticas
Lee aludió a los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 y al Mundial de fútbol 2002, ambas saldadas sin incidentes. Aunque en la cita mundialista las armadas de los dos países se enfrentaron en la isla de Yeonpyeong.
En todo caso, la ONU adoptará en noviembre una resolución apelando al cese de todo conflicto antes y durante los Juegos, indicó.
Aún resta por saber si Corea del Norte participará en la cita olímpica. No participó en los Juegos de 1988 y las autoridades de Pyongyang informaron a la AFP que aún no habían tomado una decisión final.
Los únicos norcoreanos clasificados por el momento son dos patinadores artísticos, pero el COI consultará no obstante a las federaciones la posibilidad de otorgar invitaciones excepcionales.
Ante el poco entusiasmo imperante en materia de venta de entradas, las autoridades y bancos aceptaron adquirir boletos para llenar las gradas.
En las dos semanas que durarán los Juegos estarán disponibles 1,18 millones de entradas.
El país anfitrión no es una potencia tradicional en deportes de invierno, como América del Norte o Europa, por lo que la participación de deportistas surcoreanos será crucial.
Por el momento los aficionados del país asiático sólo han comprado 160.000 entradas.
“Los surcoreanos suelen comprar en el último minuto. Estoy seguro de que los recintos estarán llenos”, se esperanzó Lee.