Ernesto Alemany vuelve a dirigir, ahora una comedia de acción, notable proyección comercial, con excelencia en sus recursos técnicos y un elenco de todos estrellas, en el que sobresale, por mucho, Manny Pérez y en que cual algunos hilos argumentales se extravían.
Locky 7 es una experiencia cinematográfica nueva, con enorme potencial comercial. Y llega a pantallas este jueves 11 para establecer un referente nuevo en comedias de acción. Estará en pantallas 11 de agosto con distribución de Caribbean Films Distribution.
Singular triller con tonos brillantes de comedia popular, lleva ahora a Alemany al frente de una producción dramática, que parte de un concepto de Panky Saviñón que celebra en su historia la validez de la amistad, en una aventura entre mafiosos de confines tan distintos como la Rusia y el lar nativo. Miguel Yarul se encargó de dar forma de guión de cine a la historia del ex-líder de Los Manolo, ahora referente de un cuerpo puesto de modelo para los amantes del gym.
Los siete actores principales (Isaac Saviñón, José Guillermo Cortines, Shalym Ortiz, Héctor Aníbal, David Chocarro, Marco de Paula y Carlos de la Mota) son un atractivo fundamental, tanto por sus talentos actorales indudables, como por su elegancia física, establecida como hito de estética masculina. Migue Yarull, quien vuelve a protagonizar con Ernesto Alemany una dupla exitosa.
Resalta la cantidad de extras utilizados y los créditos más extensos para un filme dominicano. Cuando termine, no salga de la sala sin presenciar ese listado de talentos, extras, técnicos y personas e instituciones a las que agradece la producción.
Robo de la escena
Manny Pérez (Mocho) actoralmente hace una diferencia. Como el actor visceral que resulta ser la pieza inolvidable al lograr un mafioso de escasas luces intelectuales, sexualmente indefinido, pero dotado de un poderoso sentido común, jugando con el doble sentido y entonando el léxico del cibaeño perfilan un personaje llamado a sobrevivir en el imaginario colectivo.
Pérez reivindica ese honroso papel de quien tiene a su cargo el secuestro de la estelaridad. Desde luego. Para las fanáticas y admiradoras, será un deleite poder ver los cuerpos y rostros de los chicos protagonistas, quienes aportan correctamente sus roles, pero sin la conexión que logra este artista del cine.
Su asistente Wilson (Enrique Quailey) logra, de paso, su mejor papel en cine.
Lo mismo se puede decir de Elvira Taveras, haciendo de la esposa “sui géneris” del sexualmente indefinido Moncho (Manny Pérez).
Lástima que su destino se pierde tras tres geniales y sensuales apariciones, en las que se aprecia su fuerza histriónica, esta vez puesta al servicio de la gran pantalla.
El thriller de ficción con notables toques de comedia presenta a siete amigos que se ven envueltos en un lío de mucho dinero entre dos mafiosos, uno ruso y el otro dominicano, quienes controlan el bajo mundo de Punta Cana.
Hay notable cuidado en la fotografía, en la elección de las locaciones (sobre todo la primera, rodada en torno al horno mayor de Metaldom, su universo sonoro su edición, y – al fin- una pelea bien coreografiada (la de artes mixtas con que abre el film). La banda sonora es particularmente de notable calidad.
El fallo
La falencia la percibimos en la discontinuidad de algunos, algunos personajes (como la esposa del ruso mafioso), que pierden de abruptamente la línea de misterio y exquisita solemnidad que habían mantenido, como si les sorprendiera el final inminente y habría que dar una salida para justificar el fin, en una discontinuidad argumental que el gran público pasará por alto, pero que la crítica tomara muy en serio.
Premiere sobresaliente
La premiere de Locky 7, fue la primera para una producción dominicana realizada en el recientemente inaugurado Donwtow Center, como muestra de un ceremonial planeado corporativamente para destacar al patrocinador principal, el Ron Barceló, distribuido y promovido por la Cervecería Nacional Dominicana, con un protocolo bastante cuidado, que incluyó cintillos de entrada a salas especialmente diseñados, música ambiental, bar abierto, picadera abundante, aparataje de seguridad adicional y la presentación previa de los talentos y el director en las dos salas seleccionadas.
Las compañías productoras son Bajo la producción de Met Films, Mofongo Cine y Purpleline Productions el largometraje se filmó en las locaciones de Punta Cana y Playa Macao entre otras locaciones de la zona Este de nuestro país y de Santo Domingo.
En el cambio de género e historias, Alemany sale adelante, pese a algunos fallos argumentales, un cierto exceso de frases coloquiales, como el sobre saturado “¿En serio?”, que cansa ya por insistencia donde conversan dos o más miembros de la sufrida clase media.
Locky 7 trae consigo elementos que le auguran impacto de público y divergencias en la crítica para su valoración.
La disfrutamos y reímos de buena gana como han de hacer miles de otras personas, a pesar de las tachas que se le puedan levantar. Es un proyecto realizado, en general, con bastante buen criterio.
José Rafael Sosa
www.joserafaelsosa.com