HOUSTON, Texas. James Harden anotó 35 puntos, incluida la canasta ganadora a 2,7 segundos para el final, y los Rockets de Houston aprovecharon la ausencia de Stephen Curry para imponerse 97-96 el jueves a los Warriors de Golden State en el Juego 3 de su serie de primera ronda de playoffs.
La victoria reduce la desventaja de Houston a 2-1 en la serie al mejor de siete. El siguiente partido se disputa el domingo en Houston.
Shaun Livingston robó un pase de Trevor Ariza y una bandeja de Ian Clark puso a Golden State arriba por un punto cuando quedaban 10,6 segundos de juego. Entonces, Harden llevó el balón al otro extremo de la cancha y dio un paso atrás para lanzar a canasta y firmar la victoria.
“La última canasta fue típica de lo que hace James”, comentó su entrenador, J.B. Bickerstaff. “La jugada la hemos visto antes. El final lo hemos visto antes. A veces uno se malacostumbra con eso, pero en estos momentos tan grandes no puede más que apreciarlo”.
Golden State tuvo una oportunidad de ganar después de eso, pero a Draymond Green se les escapó la pelota al driblar.
Golden State, que batió el récord de victorias en una temporada de NBA con 73 triunfos, había ganado 14 de 15 y seis seguidos ante Houston antes de su derrota del jueves.
Tras el partido, Green dijo que el motivo de la derrota de los Warriors “fui yo”.
“La gente pensará que hablo de la última pérdida de balón, pero no. Eso ocurre. Fue terrible todo el juego. Me preocupa esa pérdida de balón, pero lo que nos costó el juego mucho antes de eso fui yo”.
Marreesse Speights salió del banquillo para liderar a los Warriors con 22 puntos, y Klay Thomspon anotó 17.
Los Warriors apabullaron a Houston en el primer juego de la serie con Curry en la cancha, y en el Juego 2 remontaron para ponerse 2-0 pese a que el Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) del año pasado miraba desde el banquillo con una torcedura en el tobillo derecho. Curry no estaba en el banquillo el jueves y no hizo declaraciones oficiales a la prensa tras al juego, aunque sí dijo que no estaba en el banquillo porque había esperado jugar y no se había llevado un traje a Houston.
Después de Bickerstaff reclamara a sus jugadores que fueran más “canallas”, los Rockets salieron mucho más agresivos que en los dos juegos previos y lideraron por hasta 17 puntos en la primera mitad.
“Estábamos al ataque”, dijo Harden. “Simplemente fuimos el agresor desde el principio del juego y en cierto modo mantuvimos esa inercia”.
Golden State, que batió el récord de victorias en una temporada de NBA con 73 triunfos, había ganado 14 de 15 y seis seguidos ante Houston antes de su derrota del jueves.
El entrenador de Golden State, Steve Kerr, se negó a utilizar la lesión de Curry como excusa.
“Tanto si Steph está aquí como si no, debemos jugar a un alto nivel, cosa que hicimos buena parte del juego, pero tenemos que eliminar algunos de los errores”, señaló.