Por Isolda Peguero
New York- Cuando Luis Camilo salió de San Francisco de Macorís, República Dominicana, rumbo a Nueva York como la mayoría de los inmigrantes su única posesión eran los sueños que atesoraba realizar. Una vez pasada la adrenalina, no tardó en darse cuenta de que su sueño de convertirse en un gran Cineasta, requería más que la pasión que siente por ello.
Y es que este joven Cineasta, que además es el Productor de Despierta América en el Buró de Univisión en Nueva York, antes de empezar a abrirse camino trabajo en varias áreas que no tenían nada que ver con su objetivo, incluyendo asistente de mesero y preparador de sándwiches.
«A veces, por la responsabilidad del trabajo con que te ganas el sustento, vas posponiendo los sueños. Y un año, se convierte en dos, dos se convierte en tres, tres, y tres se convierten en cuatro, mejor lo seguro, y te olvidas de soñar»
Hasta que se dio cuenta que sus sueños estaban siendo postergados y corrían el riesgo de caer en la nave del olvido. «Fue entonces cuando me dije, no pero espérate, no tengo mucho tiempo y decidí lanzarme al río.
Y acertó. Cuando finalmente Luis decide lanzar la red y no postergar más su amor por la cinematografía lo que parecía un sueño lejano empezó a tomar forma y dar resultados.
Después de varios cortometrajes y participar en distintos festivales, en el 2016 su cortometraje: Size Doesn’t Matter fue aceptado en el prestigioso Festival de Cannes.
Recientemente Luis presentó en el Festival de Cine Dominicano en Nueva York su más reciente trabajo, «Una Vida sin Regreso» basado en la vida de una Madre que emigró de la República Dominicana a Los Estados Unidos para darle una vida mejor a las dos hijas que dejó pequeñas y lleva 15 años sin verlas, porque su status no le ha permitido volver.
El joven y talentoso cineasta que también trabaja como productor de televisión tiene los ojos puestos en la pantalla grande. Su constancia y perseverancia han demostrado que se vale soñar y que cuando se quiere se puede.