El 7 de marzo de 1875 nació en Ciboure, en el País Vasco francés, uno de los compositores más influyentes del siglo XX: Maurice Ravel. A 150 años de su nacimiento, el mundo celebra su legado con conciertos, exposiciones y coloquios que evocan la maestría de un creador que hizo de la orquesta su lienzo y del sonido, su paleta de colores.
El «Bolero» y la industrialización convertida en arte
La obra que inmortalizó a Ravel fue el «Bolero», compuesto en 1928 a pedido de la bailarina Ida Rubinstein. Lo que nació como un encargo de un «ballet hispánico» se transformó en una pieza revolucionaria. Inspirado por la repetición mecánica propia de la era industrial, Ravel construyó una melodía hipnótica que crece en intensidad hasta alcanzar un clímax arrebatador. Paradójicamente, el compositor consideraba esta obra como «la menos musical» de su repertorio, sorprendido por el inesperado éxito que cosechó.
El «Bolero» en la gran pantalla
El «Bolero» de Ravel ha trascendido los auditorios para convertirse en un fenómeno cultural. Su ritmo inconfundible ha acompañado escenas memorables del cine. En «Los unos y los otros» (1981) de Claude Lelouch, la pieza marca el clímax emocional de la película. Otro ejemplo icónico es «10, la mujer perfecta» (1979), donde el «Bolero» se convierte en símbolo de la pasión y el deseo. Más recientemente, «Allegro non troppo» (1976), del italiano Bruno Bozzetto, hizo una parodia animada del «Bolero» como himno de la evolución.
Homenajes a un genio
En este aniversario, Francia rinde homenaje a su ilustre compositor con una agenda repleta de eventos. El Museo de la Música de la Philharmonie de París presenta una exposición dedicada a desentrañar la «mecánica musical» del «Bolero». Por su parte, el compositor franco-español Ramón Lazkano, quien prepara una ópera sobre los últimos años de Ravel, destaca la «perfección artesanal y la sensibilidad secreta» que atraviesan su obra.
Ravel: el arquitecto del sonido
Más allá del «Bolero», Ravel dejó un legado invaluable con piezas como «Ma mère l’Oye», «La Valse», «Pavana para una infanta difunta», «Rapsodia española» y el «Concierto para la mano izquierda». Su música, rica en matices y emociones, sigue inspirando a generaciones de músicos y oyentes, consolidando a Ravel como un arquitecto del sonido cuya obra trasciende el tiempo.
A 150 años de su nacimiento, Maurice Ravel sigue siendo un referente para la música contemporánea, recordándonos que la verdadera genialidad reside en transformar lo simple en extraordinario.