En el marco del mes de las Madres, tuvimos el honor de entrevistar a la Doctora Mayra Tejada, una mujer multifacética que ha dejado una huella en el campo de la abogacía y la comunicación. Además de ser una exitosa especialista en propiedad intelectual y derecho de las industrias de la comunicación y del entretenimiento, Mayra es una madre orgullosa de Miranda, una niña brillante, extrovertida, inteligente, alegre, disciplinada y cariñosa.
Siempre soñé con ser madre de al menos tres niños, nos confiesa la Dra. Tejada. Este anhelo se hizo realidad con la llegada de Miranda, pero el camino hacia la maternidad no fue sin obstáculos. «Esperaba tener un parto natural, pero no me fue posible. Lo más difícil fue lidiar con la ansiedad de que todo saliera bien durante la cesárea».
A pesar de no haber tenido la oportunidad de asistir a talleres prenatales debido a la sorpresa de su embarazo, Mayra se preparó con amor y dedicación para recibir a Miranda. “Cada detalle para mi niña lo preparé con mucho amor, desde comprar su ropa hasta decorar su habitación y coser sus cortinas”, nos cuenta con emoción.
Sin embargo, la vida de una madre está llena de retos y la de nuestra invitada no es una excepción. “Mi mayor reto es combinar la maternidad con el trabajo y lograr que la gente entienda que ser la mamá de Miranda es mi prioridad, aunque eso me limita profesionalmente”, comparte con sinceridad.
La maternidad también le reveló a Mayra aspectos inesperados. “Para mí, la lactancia materna parecía un asunto sencillo, pero la maternidad me surgió que se necesita entrega, compromiso y amor. No todas las mujeres tienen la misma facilidad para lactar”, reflexiona.
La Dra. Tejada nos cuenta que ha experimentado tanto momentos difíciles como inolvidables en su viaje como madre. Uno de los momentos más difíciles fue darse cuenta de que no podía lactar a su hija y ver cómo eso la afectaba. Sin embargo, esta dificultad se convirtió en una experiencia gratificante gracias a la asesoría de la Liga de la Leche y grupos de apoyo de lactancia. Logró crear un banco de 117.5 onzas de leche materna congelada cuando Miranda apenas cumplió una vez meses. Otro momento difícil fue separarse de ella para llevarla a DayCare con tan solo 7 meses de edad.
En contraste, Mayra Tejada nos comparte los tres momentos más inolvidables de su maternidad: “El primero fue ver la cara de mi hija por primera vez, un momento lleno de amor y asombro. El segundo, escucharla, decir ‘mamá’ por primera vez, una dulce melodía para mis oídos. Y el tercero, su abrazo por la noche cuando me dice que me ama, un gesto que me llena de ternura y felicidad”.
Cuando le pedimos que defina a Miranda en tres palabras, la Dra. Tejada elige “luz, dulzura y sabiduría”. Estas características demuestran la maravillosa conexión entre madre e hija. “Miranda y yo somos compañeras de viaje. Ella es mi compañía, mi cómplice, el motor que me mueve. Trato de entenderla como niña y ella, a su corta edad, también entiende a mamá y desea verme feliz”, afirma con amor.
Justo en este mes de las madres, Tejada comparte con nuestros lectores algunos sabios consejos desde su experiencia. “Los hijos no nos eligen como padres y no nos piden nacer. Por ello, no podemos permitir que nuestra vida acelerada de adultos nos impida darles el amor, la atención y el cuidado que necesitan. El mejor legado que podemos dejarles es una buena formación en valores”, nos dice con convicción. Y como hija, también recuerda la importancia de aprovechar cada segundo con nuestros padres, demostrándoles amor y respeto, pues su presencia física es efímera.
Finalmente, nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado del Día de las Madres. “Un regalo costoso no cambia nuestra relación con mamá. El día de las madres es cada día que le dedicamos tiempo y estamos pendientes de sus preocupaciones y necesidades. Es un día para expresar nuestro amor y gratitud hacia aquellas mujeres valientes que nos dieron la vida”, concluye la Dra. Mayra Tejada con un cálido mensaje a todos los lectores.
En este mes de las Madres, recordemos el amor incondicional y la dedicación que nuestras madres nos han brindado a lo largo de nuestras vidas. Celebremos y honremos a todas las madres, no solo en esta fecha especial, sino cada día, reconociendo su invaluable presencia en nuestras vidas.