OMAHA, Nebraska. Michael Phelps volverá a los Juegos Olímpicos. También Missy Franklin.
Phelps, el deportista más condecorado en la historia olímpica, se sobrepuso al reto que le planteó Tom Shields y ganó los 200 metros mariposa el miércoles por la noche, en la eliminatoria estadounidense. En cuanto hizo contacto con el borde de la piscina, el astro volteó a mirar su tiempo —un poco más alto del que hubiera deseado_, y mostró los cinco dedos de la mano derecha, para celebrar la clasificación a su quinta Olimpíada.
Será el primer nadador en competir en cinco ediciones distintas de los Juegos Olímpicos dentro de la rama masculina.
“Creo que eso es lo que tiene más significado esta noche”, dijo Phelps, antes de hacer una pausa en momentos en que la emoción lo embargaba. “Ser capaz de terminar en la forma en que deseo es algo muy importante para mí. Estar en este equipo es lo que quería”.
Todd Schmitz, entrenador de Franklin, batió los puños en el aire y descendió a toda prisa por los escalones de la arena para felicitar a su deportista, una de las mayores estrellas de Londres 2012.
Franklin ofreció una de las actuaciones más empeñosas de su carrera para conseguir el pasaje a Río en los 200 metros libres. Una noche después de que tuvo problemas para ubicarse en el séptimo lugar de los 100 metros espalda —prueba que ganó hace cuatro años en Londres_, había muchas conjeturas de que no se clasificaría en una sola competición individual para Río 2016.
La propia Franklin había sugerido que estaría satisfecha si se colaba como parte del equipo de relevos.
Pero resulta que estará un poco más ocupada en Brasil.
Aunque Katie Ledecky consiguió la victoria en los 100 libres y se embolsó su segundo pasaje para pruebas individuales en los Olímpicos, Franklin nadó a tope en la segunda mitad de la carrera para obtener el segundo puesto.
Ledecky paró el cronómetro en un minuto, 54,88 segundos, luego de lograr una victoria fácil en los 400 libres.
Todd Schmitz, entrenador de Franklin, batió los puños en el aire y descendió a toda prisa por los escalones de la arena para felicitar a su deportista, una de las mayores estrellas de Londres 2012.
Al fin, Franklin tuvo motivos para sonreír.
“La noche anterior fue realmente difícil, y tenía que recuperarme. Me decía ‘no he dejado de pelear ni de creer en mí misma”, contó Franklin. “Esta es probablemente la competencia en la que he nadado con más orgullo en mi vida, reivindicándome de una derrota tan dura como la de anoche y diciéndome que todavía tengo en mí la capacidad para hacer aquello en lo que creo”.