La ministra de Cultura, Milagros Germán, pronunció un discurso este miércoles en el marco de la Reunión Informal de Ministras y Ministros Iberoamericanos de Cultura celebrada en Lisboa, donde reafirmó el papel de la cultura como impulsora del desarrollo sostenible.
Germán recordó el compromiso asumido por República Dominicana en la Conferencia Mundial de la UNESCO (MONDIACULT 2022), abogando por el reconocimiento de la cultura como un bien público global, y la necesidad de integrarla como un objetivo independiente en la agenda para el desarrollo más allá del 2030.
La ministra resaltó el papel transformador de la cultura y su relevancia en el contexto actual de conflictos globales, abogando por la materialización de los derechos culturales y posicionando la cultura como un antídoto contra la guerra.
En el encuentro, que se desarrolló en el marco del VIII Congreso Iberoamericano de Cultura, tuvo lugar en el Centro Cultural Belém, en Lisboa, y estuvo encabezado por el ministro de Cultura de Portugal, Pedro Adão e Silva.
Germán aprovechó para compartir las acciones emprendidas en su gestión para democratizar la cultura, entre las que citó políticas de museos abiertos, el fortalecimiento del programa de «Escuelas Libres», para promover la formación artística entre los jóvenes, y avances en la educación especializada, resaltando acuerdos con entidades como Berklee College of Music y la universidad de Salamanca.
De igual forma, la funcionaria resaltó las iniciativas realizadas en su gestión para impulsar las industrias culturales y creativas, como el Primer Congreso de Economía Naranja, y resaltó la implementación de la Ley de Mecenazgo, con la cual se acaban de certificar 100 proyectos de interés cultural el pasado 2 de noviembre.
Además, la ministra anunció iniciativas para fortalecer la conexión cultural entre los países iberoamericanos, resaltando la importancia de intercambios culturales que han enriquecido manifestaciones artísticas como la bachata, el tango y el merengue.
En el cierre de su discurso, Germán subrayó la necesidad de discutir nuevas estrategias regionales y destacó la importancia de la inversión en cultura para garantizar una mayor participación en la transformación hacia un mundo mejor, citando la Constitución de la UNESCO y la afirmación de Pedro Henríquez Ureña de que: «sólo la cultura salva a los pueblos».
