El mundo acaba de perder a uno de sus referentes más humanos y coherentes. José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y símbolo global de la política con sentido ético y social, falleció este martes a los 89 años, tras una batalla silenciosa contra un cáncer de esófago que se extendió al hígado.
La noticia fue confirmada por el presidente uruguayo Yamandú Orsi, quien a través de su cuenta en X expresó:
“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido.”
Mujica deja una herencia que trasciende fronteras, ideologías y generaciones. Un político que eligió vivir con humildad, hablar sin máscaras y servir sin ambición personal.
Del fusil a la palabra: un revolucionario que se volvió estadista
Exguerrillero del movimiento Tupamaros, Mujica soportó 13 años de prisión, aislamiento y tortura durante la dictadura uruguaya (1973-1985). Pero al recuperar la libertad, lejos de buscar venganza, eligió construir. Como presidente de Uruguay (2010-2015), impulsó reformas profundamente progresistas:
- Legalización del cannabis (2013): pionero en el mundo.
- Matrimonio igualitario y despenalización del aborto: avanzadas conquistas sociales.
- Rechazo a los privilegios: donaba el 90% de su sueldo presidencial y vivía en su modesta chacra, junto a su esposa y ex vicepresidenta, Lucía Topolansky.
Su mensaje era claro: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes son.”
Encuentro con Abinader: filosofía política desde el sur
En marzo de 2024, durante la toma de posesión del presidente Orsi, Luis Abinader, mandatario de República Dominicana, visitó a Mujica en Montevideo. En una conversación que recorrió el continente, hablaron sobre democracia, desigualdad y el arte de gobernar con propósito.
Abinader lo definió así:
“Un maestro que enseñó que la política puede ser un acto de amor al pueblo.”
Fue su última gran conversación pública con un jefe de Estado extranjero, sellando su influencia regional hasta el final.
Un adiós sereno: entre el cáncer y la coherencia
En abril de 2024 se le diagnosticó cáncer de esófago, y ya en enero de 2025, con 88 años y múltiples dolencias crónicas, decidió suspender el tratamiento.
“Hasta acá llegué. El guerrero tiene derecho a su descanso,” dijo en su última entrevista en marzo a la revista Brecha.
Pasó sus últimos meses en su hogar, rodeado de los suyos, sin cámaras ni protocolos. Como vivió, se fue: en paz consigo mismo.
Reacciones desde el mundo: respeto unánime por un hombre distinto
- António Guterres, secretario general de la ONU: “Un faro ético en un mundo necesitado de líderes auténticos.”
- Gabriel Boric, presidente de Chile: “Nos deja el ejemplo de que otra política es posible.”
- Miles de uruguayos colmaron espontáneamente la Plaza Independencia, ondeando banderas del Frente Amplio y llevando flores y cartas de agradecimiento.
Un legado vivo: Mujica como símbolo y conciencia del continente
Más allá del cargo y los años, Mujica será recordado como:
- Antítesis del político tradicional: Rechazó lujos y privilegios, prefirió la coherencia.
- Defensor de la “felicidad frugal”: Invitó al mundo a reflexionar sobre el consumo y la vida plena (Río+20, 2012).
- Ícono cultural: Su figura inspiró desde documentales (como “El Pepe”, de Emir Kusturica) hasta murales, camisetas y canciones.
Hoy América Latina despide a Pepe Mujica, pero su voz quedará vibrando en cada joven que quiera cambiar el mundo con valores, en cada político que recuerde para qué llegó al poder, y en cada ciudadano que crea que la humildad también puede hacer historia.