Novak Djokovic es otra vez campeón del Abierto de Australia. En una final entretenida y cambiante, el serbio derrotó al austriaco Dominic Thiem por 6-4, 4-6, 3-6, 6-3 y 6-4, en cuatro horas de batalla. Así, conquistó por octava vez la corona en el Melbourne Park, levantó su 78° título profesional y el 17° de Grand Slam. Y además, regresa al número 1 del mundo: al retener el cetro en Australia, este lunes desplazará de la cima del ranking al español Rafael Nadal.
El serbio, defensor del título en el Melbourne Park, fue el que comenzó mejor el gran encuentro en el Rod Laver Arena. Preciso e intenso desde el arranque, Djokovic puso enseguida bajo presión a Thiem y tomó un break de ventaja para adelantarse 3-0. El austríaco parecía falto de frescura en los primeros minutos de la final, pero con esfuerzo empezó a levantar la cuesta; tras quedar 1-4, consiguió recuperar el quiebre en el séptimo game y mantuvo para igualar (4-4). Dentro de un encuentro intenso y más parejo, Nole volvió a presionar sobre el segundo saque de Thiem, y el número 5 del mundo cedió: doble falta y primer set para el balcánico: 6-4.
Lejos de lamentarse por el parcial que se le fue, Thiem se mantuvo atento en el arranque del segundo capítulo. Algo más errático, esta vez fue Djokovic el que tropezó, y una doble falta le dio al austríaco el quiebre para estar por primera vez en el partido al frente en la cuenta (2-1). El defensor del título buscó y tuvo una chance para igualar el resultado; se topó con una formidable derecha ganadora de Thiem para salvar el break-point en el sexto game, pero logró capturar el quiebre en el octavo game (4-4). Sin embargo, Djokovic falló a continuación: un drop que dejó en la red y una derecha muy larga le dieron otra vez la diferencia favorable a Thiem, luego de enojarse con el juez de silla, que le cobró una falta por demorarse en la ejecución del servicio. Con dos set-points con su saque, el quinto del ranking no perdonó y se llevó el segundo parcial por 6-4, y darle más suspenso a la definición. El momento errático del serbio quedó expuesto en los números, con apenas 7 tiros ganadores y 13 no forzados en la cuenta en ese parcial.
Thiem prolongó ese momento ideal con un quiebre de movida en el tercero; sostuvo con esfuerzo a continuación, y volvió a capitalizar otro fallo del serbio, que mandó una derecha a la red para quedar dos breaks abajo: 0-3. En dominio de la situación, Thiem sentenció el parcial con su servicio en el cuarto set-point para adelantarse en la finalísima por 6-2. El bajón de Djokovic quedó claramente expuesto con su saque, en el que bajó del 80 al 46 por ciento con el primer servicio; así, el número 2 del mundo quedaba muy cerca de perder su primera final en Melbourne.
Pero Djokovic se recompuso, levantó su nivel y volvió a emparejar el desarrollo. Del 46 por ciento de primeros servicios del tercer set saltó al 70%. El duelo mantuvo la paridad hasta el octavo game; el serbio vio la oportunidad y apuró a Thiem, al que le quebró el servicio para luego sacar a continuación y llevarse el cuarto set por 6-3.
Ahora, era otra vez Nole el que asumía el protagonismo del duelo decisivo. Tomó el saque de Thiem en el tercer game; resistió otro intento del austríaco y salvó dos break-points para consolidar la ventaja (3-1). Thiem tuvo dos ocasiones para recuperarse y emparejar el resultado, pero se le escaparon. A pesar de la frustración, se mantuvo a tiro en la cuenta, a la espera de otra ocasión, que no llegó. Djokovic se mantuvo firme, y con su servicio no falló. Una derecha fallida de Thiem marcó el epílogo. El serbio celebró sin euforia, saludó a su vencido y luego levantó los brazos en el centro del campo.