El documento destaca la urgente necesidad de impulsar nuevas políticas e inversiones en pro de los jóvenes en las zonas rurales de los países más pobres del mundo
Según un nuevo informe publicado hoy por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), se necesitan con urgencia políticas e inversiones eficaces para que los países más pobres del mundo puedan ofrecer un futuro a los cientos de millones de jóvenes marginados que viven en las zonas rurales.
El Informe sobre el desarrollo rural 2019: Crear oportunidades para los jóvenes de las zonas rurales, señala que unos 500 millones de jóvenes, alrededor de la mitad de la población joven de los países en desarrollo, viven en las zonas rurales. La cifra aumenta a 780 millones al incluir las zonas semirurales y periurbanas.
Estos jóvenes, que son propensos a padecer pobreza y desigualdad, se enfrentan a una serie de obstáculos, como la falta de capacitación y habilidades, el acceso limitado a la tierra y el crédito, la escasa disponibilidad de insumos y vínculos deficientes con las redes sociales, entre otros.
El informe señala que la situación es particularmente preocupante en África Subsahariana, donde se prevé que el número de jóvenes en las zonas rurales aumente de 105 millones en 2015 a 174 millones para 2050, un incremento del 70 % en países que a menudo carecen de las herramientas para enfrentarse a los desafíos que vendrán.
“No adoptar medidas conlleva el riesgo de crear una generación de jóvenes perdida, sin esperanza y sin objetivos, lo que agrava el riesgo de que se produzcan migraciones económicas forzosas y aumente la fragilidad”, dijo el Presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo. “Por otro lado, con políticas adecuadas e inversiones eficaces, estos jóvenes pueden impulsar el crecimiento económico de las zonas rurales y mejorar la vida en sus comunidades”.
El informe señala que de los jóvenes que viven en las zonas rurales, semirurales y periurbanas, un 67 % lo hace en zonas con buen potencial agrícola, si bien muchos carecen de acceso suficiente a los mercados.
El informe subraya que si mejoran su acceso a la formación profesional, a los mercados, a los servicios financieros y a las tecnologías, estos jóvenes pueden ser más productivos, establecer un mayor número de vínculos y tomar las riendas de su propio futuro.
No obstante, los encargados de formular políticas deben actuar sin demora para prevenir una crisis mayor, advierte el informe, que también hace referencia a las repercusiones del cambio climático sobre la agricultura en general y a la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrece el avance de la revolución digital en el mundo en desarrollo, sin dejar de lado las crecientes aspiraciones y exigencias de los jóvenes.
En particular, el informe hace hincapié en la importancia de integrar las políticas en pro de los jóvenes en la estrategia más amplia de transformación rural, y no desplegarlas de manera aislada.
“La mejor manera de ayudar a millones de jóvenes en todo el mundo es impulsar una política de desarrollo rural amplia y sólida en combinación con una política clara que fomente su inclusión”, dijo Paul Winters, Vicepresidente Adjunto del FIDA.