La diplomacia de la Santa Sede es única en su forma y completamente distinta a la ejercida por cualquier Estado del mundo, razón por la cual “no puede abandonar su identidad en la comunidad internacional”.
La afirmación la hizo el nuncio apostólico de su Santidad, arzobispo Jude Thaddeus Okolo, al disertar sobre La Diplomacia Internacional de la Santa Sede, en el Centro Cultural Banreservas.
“La Santa Sede es una entidad jurídica soberana, con competencias claras en el contexto diplomático y religioso. En el ejercicio de su autoridad moral, se presenta como una realidad atípica”, refirió el representante del Papa Francisco en República Dominicana.
Agregó que “si la Santa Sede ocupa su posición en la diplomacia hoy, no es porque exige su primacía como una de las instituciones fundadoras, sino porque tiene su efectividad jurídica y diplomática. Y debe ejercer esa capacidad jurídica en la comunidad internacional”.
Okolo precisó que la diplomacia eclesial es diferente de cualquier otra, por su naturaleza, objetivo, misión y la manera de llevarla a cabo. “En el ejercicio de sus competencias universales- añadió-, esta diplomacia ha variado mucho a través los siglos. Pero, aunque tiene su especificidad de unos fines espirituales, morales y humanitarios, no políticos, manifiesta una diplomacia verdadera”.