Jennie Guzmán y Mario Núñez se lucen como profesor y alumna confrontada en el complejo temático creado por el dramaturgo norteamericano y Premio Pullitzer, David Mamet.
José Rafael Sosa
Un Ángel Haché sonreído, invisible y en paz, estuvo en el sentimiento común de los asistentes a la segunda función de la pieza teatral Oleanna, en la fila H de la ahora remodelada Sala Ravelo, revestida de un agradable azul turquesa, satisfecho con la dignidad escénica de lo presentado.
Y mientras todos sentían la presencia imaginada del agudo, indoblegablemente crítico, creativo pintor realista, actor de carácter y director de teatro y cine, en escenario, dos talentos desempeñaban su papeles en una pareja protagónico con el encargo de representar un intrincado texto de picado y contrapicado, en el cual discurren en danza simultánea los temas del poder, la calidad y condición de la educación universitaria, la seducción, el acoso sexual, la tenencia de bienes materiales y las dramática sorpresas argumentales con que David Mamet quiso poner en común de la forma más impresionante en que era posible.
Actuaciones
Dirigidos ahora por Ruth Alfonsina, quien hizo la asistencia de director cuando la obra fue estrenada, tenemos a Jennie Guzmán y Mario Núñez, en las dos acciones actorales planteadas por el conceptualmente denso dramaturgo norteamericano, provocador y temáticamente abigarrado, texto en que el juego de roles y los puntos de vista, tienen que ser asimilados por los estos talentos.
Núñez (El Profesor) enfrenta el primer protónico teatral que le hemos visto en montajes y cortometrajes, mediante el cual muestra arrojo y dominio de la escena. Su rol como protagonista augura la afirmación de su carrera porque es bueno, da cuento puede de si….aun cuando podría dar mucho más sobre todo en el rendimiento de su respiración diafragmática en parlamentos extensos y acelerados. Pero pasa con buenas referencias este papel, cuya trascendencia y capacidad de desafío, él necesitaba. Es bueno. Tiene pasos de excelencia, pero, repito, es mejor de lo que se le pudo captar en Oleanna.
Jennie Guzmán (Oleanna) fue toda una sorpresa de la escena. Como intérprete por la una destreza singular para el personaje de varias caras y un arrojo interpretativo ante el reto que desde el papel heredó de David Mamet. Con buen dominio del lenguaje gestual, destaca en ella el poder de adaptación de su voz a las líneas que recorren la variopinta temática y sobre todo en sus picos dramáticos, muestra que quien está sobre escenario, es una artista con conciencia de su poder y con clara responsabilidad de cuánto debe entregar a un público que confía en recibir desde sus asientos, la mejor experiencia.
Recursos técnicos
Notable el universo sonoro, responsabilidad de Ernesto Báez, que acompaña la pieza, es ofrecida con una nitidez de auditiva pocas veces alcanzada para grabaciones de escena, junto a una escenografía, de Ángela Bernal convincente y realista, que sirve de marco para dar la atmósfera de una oficina docente en la que ocurrirán pasajes sorprendentes.
El autor
David Mamet nació en Chicago, en 1947 y fue un famoso dramaturgo director y guionista cinematográfico que estudió en el Goddard College de Vermont, creador de una sintaxis fascinante compuesta por pensamientos medio expresados y rápidos cambios de humor Trabajó como actor y como profesor de interpretación, en el Marlboro College de Vermont). Mamet recibió un Premio Pulitzer en 1984, por la pieza Glengarry Glen Ross (1983, Premio Pulitzer 1984), acerca de un heterogéneo grupo de agentes inmobiliarios de Chicago.
Haché
Oleanna fue estrenada en la sala “Laura Bertrán” del Colegio y Centro Cultural Babeque el 23 de octubre de 2015, bajo la dirección de Haché y su compañía, el Teatro Orgánico, evento que fue el retorno de Ángel Haché, a la dirección del montaje, hasta entonces involucrado más que todo en su pintura y en su labor de formación actoral. Su papel como celador de Aduanas en la parte inicial de Un Pasaje de Ida (Agilberto Meléndez, (1988), es recordada aún como un rol modélico y centrado, pese a los breves minutos expuesto en pantalla.
Su actuación posterior en cine más destacada fue en la comedia de trasfondo social, No hay más remedio (José Enrique Pintor) en que compartió el protagónico con Salvador Pérez Martínez e Iván García. Ángel Hache, falleció el primero de abril pasado por complicaciones cardíacas.