Los puntos negros son el producto de la dilatación de los poros, que a su vez se tapan producto de ciertas bacterias, sustancias contaminantes y sebo.
Estos suelen ser planos o tener muy poca elevación, y se forman cuando en un orificio de salida del folículo piloso se acumula sebo y queratina.
Todo ello, junto con células muertas u otras sustancias contaminantes, se acumula y al entrar en contacto con el medio ambiente, la parte más exterior se torna a un color negro al oxidarse la queratina que contiene, característica primordial de esta afección estética.
Por más que limpias y exfolias tu piel, los puntos negros, siempre están dispuestos a regresan a invadir la piel.
Afortunadamente, hay numerosos productos naturales, que pueden ayudar a combatir este molestoso problema. Nada más efectivo que una mascarilla cacera basada en tres ingredientes básicos: Café, sábila y arcilla.
El café es conocido por absorber las toxinas de la piel y limpiar los poros de una manera efectiva. De su lado, la sábila, es perfecta para hidratar la piel, además de que ayuda a devolverle la luminosidad que necesita.
Finalmente está la arcilla, una aliada de la piel que tiene propiedades revitalizantes y suavizantes. Ayuda a eliminar toxinas y reduce la inflamación, lo que es especialmente bueno para personas que padecen acné o rojeces. Es súper absorbente, limpia, aclara y purifica la piel.