Ser pelotero fue siempre el sueño de Pedro Strop. Inició la práctica de este deporte en su natal Palenque, municipio de la Provincia San Cristóbal, desde los 10 años de edad.
Según cuenta en entrevista exclusiva para DiarioSocialRD, su principal pasatiempo ha sido jugar béisbol, desde que tiene uso de razón.
Corretear y construir pelotas con sus amigos era el principal entretenimiento de Pedro, quien juega con los Cachorros de Chicago, quien poco a poco vio acrecentar su entusiasmo, por convertirse en jugador de Grandes Ligas.
Tiempo después de haber iniciado la práctica de ese deporte en una liga, Pedro, un niño que apenas iniciaba la etapa de alfabetización en su escuela primaria, mostró que tenía las herramientas para llegar lejos, y así lo hizo.
Ya con 14 años, estaba en el ojo de entrenadores y scouts, quienes creían en sus condiciones físicas y su talento.
Al escuchar comentarios positivos sobre su desempeño por parte de sus entrenadores, fue poniendo mayor interés en su objetivo: Jugar a nivel profesional.
Su primer paso, fue su entrada al equipo de Los Gigantes del Cibao. Nos cuenta que en ese momento era campo corto, aunque con pocas oportunidades para jugar, debido a la cantidad de peloteros que había en el equipo en ese momento.
“Yo era muy joven y me tenían en la lista de reserva, eventualmente me hicieron pitcher y ahí me fui desarrollando de una manera tal, que las personas veían que estaba pichando un nivel más profesional”, apuntó.
Sobre los veteranos
Durante su trayectoria como jugador, Strop ha contado con el apoyo de personas importantes de las que aprendió algunas técnicas de esta disciplina deportiva. Ferviente admirador de José Reyes y Pedro Martínez, revela que ambas estrellas dominicanas han inspirado su exitosa trayectoria y su singular desempeño en las mayores.
“Desde niño siempre admiré a Jose Reyes, siempre decía que quería ser como él, de la manera que jugaba, con la pasión que jugaba. Admiraba siempre a Pedro Martínez. Me confieso un enfermo con Pedro. Creo que son las dos personas que han sido mi musa en esta carrera.
“Algunos veteranos me enseñaron mucho. Recuerdo con afectos a Joel Peralta, quien me enseño muchas cosas en los Gigantes de San Francisco, luego me cambiaron al Escogido y viví una experiencia muy bonita. Muchos compañeros que tuve, incluido Moisés Alou quien era el gerente, y me dio la confianza de pichar en los innings importantes del equipo”, dice con aprecio.
Su rol y la presión de 30 mil personas en un estadio.
“Estar en el montículo en ese momento en el que miles de espectadores están pendiente de ti te puede beneficiar o te puede traicionar”, dice el actual cerrador de los Cachorros de Chicago.
“Esa es una de las cosas que tiene que aprender a manejar cualquier jugador para ser consistente y preciso”.
El pitcher dominicano confiesa que le encanta sentir esa adrenalina, esa presión, ese desafío. Recuerda a sus amigos de su natal Palenque, con quienes mantenía desafíos en el juego. Desafíos en demostrar fortaleza, talento. Entiende que esa competencia es la que ayuda a los jóvenes a desarrollar el talento. Querer dar siempre lo mejor. Tener la intención de ganar o ganar.
A pesar de esto, está convencido de que es importante tener fortaleza espiritual y fuerza de voluntad, ya que estar ante miles de personas también puede afectar cuando piensas en el bullyng, o en que las cosas salgan mal, por lo que hay que pensar siempre positivo en ese momento, en las cosas que uno quiere que pasen, no en las que no.
A pesar de encontrarse centrado en su preparación física y en dar lo mejor para posesionar a su equipo en los primero lugares, Pedro Strop, ha pasado por momentos difíciles.
En el año 2008, fue víctima de una lesión muy delicada en el codo derecho.” Tuve que operarme, me pusieron un tornillo para ayudar a que el hueso se pegara, cicatrizara, y fue muy difícil cuando el doctor puso en la mesa la decisión de si me operaba o no”.
En ese momento eran pocas las posibilidades de que Strop pudiera regresar e integrarse a su equipo. El médico le daba pocas posibilidades, debido a lo complejo de la cirugía.
“El especialista me dijo que iba a dar lo mejor de él, pero que no tenía garantías de nada. Fue una decisión muy difícil porque en ese momento pensé que mi carrera estaba al borde”.
Fue en ese momento cuando el jugador tomó la decisión de viajar a la República Dominicana a reunirse con su familia. “En una reunión familiar, les planteé la situación, ellos me dieron la fuerza y el valor para operarme y encomendarme a Dios para que haga su obra”. Es así como el jugador asume la decisión practicarse la cirugía, y un año después ya estaba de regreso a las Grandes Ligas.
El salón de la fama en un sueño difícil de alcanzar.
Un sin número de peloteros han desfilado por las Grandes Ligas logrando una exitosa carrera, sin embargo, pocos han logrado pasar a formar parte de la lista del Salón de la Fama de Cooperstown.
Ser parte de esta lista es uno de los sueños de Strop, quien valora a los dominicanos que ya cuentan con una estampa en el importante museo.
Moda y música.
Pedro comparte su amor por el baseball con la moda y la música. Su singular estilo de llevar la gorra ligeramente inclinada a la derecha ha sido motivo de inspiración de miles de jóvenes que llevan el mismo estilo.
En Believebystrop.com se encuentran algunos modelos de gorras y otras indumentarias deportivas representativas del jugador.
Otro de los proyectos del joven nativo de Palenque, al sur de la República Dominicana, es una disquera, que tiene en carpeta varios proyectos con artistas dominicanos y extranjeros.
“Nuestro país tienen muchos artistas brillantes, pero hay muchas puertas cerradas por lo que quiero abrir las puertas a esos jóvenes”, concluye Pedro, quien quiere usar su historia y sus experiencias para inspirar a otros.
Pedro Strop quiere que los jóvenes crean en ellos mismos. Que entiendan que pueden lograr cualquier cosa que deseen, si para ello, anteponen pasión, dedicación y trabajo constante.