A pesar del endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y las críticas de las que ha sido objeto el programa de visas EB-5 que otorga residencia permanente a inversionistas calificados y su familia directa, asesores y especialistas en la materia son optimistas. Mientras el congreso discute posibles cambios, su eliminación no estaría planteada.
Analistas como Andy J. Semotiuk (colaborador de Forbes), la reconocida abogado de inmigración en Nueva York, Mona Shah, y los periodistas Nelson D. Schwartz y Suilee Wee (New York Times) basan sus pronósticos en que las amenazas del presidente electo han sido en contra de los que permanecen en Estados Unidos de manera ilegal. Y bajo la administración de un magnate inmobiliario con las características de Trump, es fácil apostar por el crecimiento y desarrollo de procesos que impulsen la economía, como lo es el programa de visas EB-5.
De hecho, Trump tiene buenas razones para impulsar la renovación de este programa: Ha otorgado licencia a constructores para usar su nombre y el de sus empresas en dos proyectos que se cimientan en estos momentos, a través del proceso de inmigración de inversionistas EB-5.
Actualmente se desarrollan múltiples proyectos en todo el país, como es el caso del Trump Bay Street en Downtown de Jersey City, un edificio de 50 pisos con apartamentos de lujo que está bajo el control de Kushner Companies, una empresa dirigida por el ejecutivo Jared Kusher, esposo de la hija de Donald Trump, Ivanka.
Además, el Wall Street Journal acaba de divulgar que la organización del nuevo presidente también otorgó licencia a Global Management Resources, para la construcción de un ostentoso hotel de 33 pisos en el centro de Austin, Texas, que costará más de $170 millones y que buscará unos $40 millones a través de 80 capitalistas extranjeros.
El hecho de que Trump haya estado dispuesto a otorgar licencias de su nombre a estos proyectos sugiere, como mínimo, un apoyo implícito al programa. Y a juicio del ex gobernador de Nueva York, George Pataki, esto es solo el comienzo de lo que puede ser un impulso para este tipo de desarrollos. «Su firme posición es contra la inmigración ilegal. El EB-5 es un programa legal de inmigración, y Trump entiende la necesidad de la llegada de capitales extranjeros, así como la importancia que tienen las inversiones», sostuvo el político durante un evento organizado por The Real Deal, y divulgado por importantes medios norteamericanos.
US$14.6 billones y 29 mil empleos en 8 años
El Congreso de Estados Unidos inició este programa en 1990, con el objetivo de fomentar la llegada de capitales foráneos para generar empleos. Los extranjeros que no tengan antecedentes penales tienen la posibilidad de obtener de manera inmediata junto a sus familiares el status de residente bajo la categoría EB-5, mediante la inversión en una empresa comercial que genere al menos 10 empleos de tiempo completo en un periodo de dos años. Esto le permite a los titulares, cónyuges e hijos solteros menores de 21 años vivir y trabajar de manera legal en cualquier parte de EE UU, teniendo acceso a planes de salud y educación a precios preferenciales. Una vez que el inversor cumple con los criterios, la residencia EB-5 se convierte en permanente y luego de cinco años también puede aspirar a la ciudadanía.
Desde 2008, más de $14.6 billones han llegado a Estados Unidos a través de este programa de inmigración para inversionistas (fuente: iiusa.org), traduciéndose en más de 29.000 empleos anuales directos e indirectos. Esta cifra proyecta a multiplicarse en los próximos años, pues de acuerdo a lo publicado por el New York Times, en 2015 se entregaron un total de 9.000 visas bajo este proceso, una cantidad interesante cuando se recuerda que en 2003 se otorgaban menos de 100, que en 2008 se dieron 1.257 y que en 2012 la cifra cerró en 2.771.
Todo indica que las puertas se mantendrán abiertas para los inversionistas que deseen optar por la residencia legal para vivir con sus familiares en Estados Unidos. En todo caso, la recomendación para tener éxito en una visa EB-5 es elegir cuidadosamente un proyecto seguro, con buena ubicación y respaldado por empresas confiables y de renombre.
A finales de 2016, por ejemplo, inició en Miami la construcción de un hotel financiado en parte a través del programa EB-5. Entre los inversionistas destacan venezolanos, mexicanos y colombianos.
El desarrollo, que lleva a cabo Epelboim Development Group, será parte de la cadena de Even Hotels, perteneciente a InterContinental Hotels Group y tendrá 190 habitaciones modernas, que brindarán a los viajeros una experiencia de bienestar holística, para que puedan disfrutar de una vida sana, alimentación balanceada y mantener su rutina de ejercicios mientras están fuera de casa. El hotel generará alrededor de 300 puestos de trabajo.