Hoy los dominicanos eligen a los candidatos que competirán en las elecciones presidenciales de mayo del 2020.
Más que el pica pollo y los 200 pesos, debe preocuparnos la falta de conciencia y de discernimiento para elegir a los menos malos. Sería injusto juzgar a quienes por necesidad cogen su pica pollo y algo de dinero para el pasaje. Total, el dinero que se mueve para esos fines no llega en su totalidad, pues se pierde en el camino en manos de uno que otro “vivo”, con ciertas necesidades, y no necesariamente económicas o alimenticias.
Desde tempranas horas de la mañana de este domingo, cientos de dominicanos salen a las calles a ejercer su derecho al voto. Más que crucificar a los ciudadanos que reciben pasaje o merienda por parte de los candidatos, lo importante aquí sería el resultado final.
Lo significativo de este proceso es el escogimiento de los mejores candidatos, que puedan aportar soluciones a la situación por la que atraviesa la República Dominicana. Hablamos de los mismos problemas de muchos años: falta de agua potable, energía, salud, viviendas dignas, empleo, falta de seguridad, impunidad, delincuencia y corrupción.
Espero que ante todo, prime la cordura, la conciencia y el respeto a la Junta Central Electoral y todos los hombres y mujeres inmersos en la realización de este proceso. El respeto a los resultados finales, y sobre todo, el respeto a la Ley de Régimen Electoral (33-18) que con sus luces y sombras es el único instrumento que tenemos para estos fines.
Está demás decir que todos los candidatos tuvieron tiempo suficiente de presentar sus propuestas: sangre nueva, experiencia, seriedad, capacidad…en fin. Vote por el candidato de su preferencia y recuerde que de los múltiples problemas del país, no son ellos los culpables.
Nosotros elegimos. Tenemos las cartas sobre la mesa, y nos toca jugar una importante partida, en la que está en juego el futuro de la Patria.