Los renos, esos corzos que arrastran y que (según la leyenda) hasta hacen volar el trineo de Santa Claus para ayudarle a repartir los regalos la noche del 24 de diciembre, se han convertido en un indiscutible símbolo de la Navidad. Surgen a partir del poema titulado “Una visita de San Nicolás”, escrito en 1823 por Clement Clarke Moore.
De dicha poesía se extraen ocho de estos rangíferos: Cometa, Acróbata, Trueno, Brioso (las hembras, a la izquierda) y Cupido, Relámpago, Bailarín, Juguetón (machos, a la derecha). En 1939 Robert L. Mays publica su cuento Christmas Story, donde incluye a Rodolfo (blanco, colocado delante del carruaje.
El cuento de Mays posee estrecha relación con una leyenda escandinava, la cual sostiene que el Dios Odín poseía un caballo blanco de ocho patas que llevaba a Santa Claus (junto a su ayudante, Black Peter), a repartir los regalos. De la fusión de las dos historias nacen ocho de estos mágicos alces.
Pero… ¿quiénes son los renos?
Son animales de carne y hueso, pacíficos y rumiantes, de la familia de los ciervos y viven en zonas de Siberia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia, Alaska, Groenlandia, Canadá y Estados Unidos. Forman parte de comunidades indígenas donde colaboran para mantener a sus habitantes calientes y vinculados con el resto del mundo.
Estos tarandos se caracterizan porque, a diferencia de los demás, constituyen la única especie en donde tanto las hembras como los machos poseen astas (aunque las de estos últimos son de mayor tamaño y ramificación). Son mamíferos gregarios que en verano forman grupos inmensos que se reducen al llegar el invierno.
El excelente olfato de los renos les permite encontrar su comida: hierbas, setas, corteza de árboles, etc. (la cual queda sepultado por la nieve) y gracias a su tupido pelaje pueden afrontar temperaturas muy bajas. Pueblan rebaños, pero cuando llega el frío son capaces de trasladarse hasta 5 mil kilómetros.
En peligro de extinción
Los rebaños de renos podrían desaparecer pronto, de manera especial en Canadá, como consecuencia de la falta de protección de su medio ambiente. Son presas el águila real, los linces, los osos, los lobos y también el ser humano. Además, como siempre se organizan en manadas, muchos mueren de forma masiva víctimas de fuertes tormentas eléctricas.
Rodolfo, el más famoso de los renos de Santa Claus
Rodolfo se convirtió en el más famoso de los renos y en el líder de la manada, pese a que en principio, por su nariz roja, era víctima de burlas; pero todo cambió cuando en una noche de neblina el brillo de su hocico permitieron a Santa Claus y a sus compañeros dirigirse por el camino apropiado.
Característica de los demás
Otros de los renos tienen también sus peculiaridades. Por ejemplo, Jugetón hace honor su nombre con su carácter y es el líder de la fila derecha; Bailarín atrae por sus elegantes pasos, Acróbata y Bromista constituyen la pareja más romántica del trineo; Cometa es sumamente veloz, en tanto que Trueno y Relámpago son los reyes de esos fenómenos.
Animales sagrados e indispensables para Santa Claus
Los renos son uno de los animales sagrados de la tribu esquimal Sami, originaria de estos parajes, donde han logrado domesticarlos y emplean su piel para hacer abrigos y su carne como alimento, el cual es tan sano y nutritivo que todos los años en Inari (localidad de Finlandia) se lleva a cabo un concurso de cocina donde este es el plato principal.
Lo que queda claro en esta leyenda es que sin la ayuda de sus fieles renos Santa Claus no podría entregar en solo una noche regalos de Navidad a todos los niños del mundo que se portaron bien, pero gracias al incuestionable apoyo de estos mágicos animalitos logra sus objetivos.