Mérida (México). (EFE). El cubano Randy Arozarena, jugador de los Rays de Tampa Bay de las Grandes Ligas, fue liberado este jueves de un penal en el estado mexicano de Yucatán luego que su exesposa no ejerció acción penal en su contra.
La Fiscalía estatal informó a Efe que los delitos que se le imputaban a Arozarena eran violencia familiar y lesiones, después de intentar sustraer el pasado martes a su hija de casa de su expareja.
A pesar de quedar libre, el juez de control determinó que la exesposa de Arozarena tendrá que aprobar unos exámenes médicos y de no haber nada en contra del cubano se cerraría el caso.
“El juez, al no existir un hecho delictivo, le otorgó la libertad, él está libre sin ningún antecedente, nada que reclamar, no existió ningún delito en este caso y se va limpio”, explicó Carlos Chablé, abogado de Arozarena.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el jugador de los Rays acudió el pasado martes a casa de su exesposa en una colonia al poniente de Mérida, la capital de Yucatán, e intentó sustraer de forma violenta a su hija, lo que alertó a los vecinos, quienes llamaron a la policía.
Tras el suceso, el cubano fue detenido y puesto a disposición de las autoridades a la espera de que la Fiscalía investigara el suceso y su expareja decidiera ejercer la acción penal, algo que no sucedió.
Arozarena, Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, arribó a Mérida después de perder la Serie Mundial a finales de octubre.
En la capital yucateca, Arozarena se ha reunido con autoridades locales como el alcalde de Mérida y contrajo matrimonio con la colombiana Cenelia Pinedo.
El cubano tuvo un porcentaje de bateo durante 2020 de .281, con 7 cuadrangulares y 11 carreras impulsadas para ser una de las bujías ofensivas de los Rays.
Arozarena debutó en las Grandes Ligas en 2019 con los Cardenales de San Luis, quienes lo canjearon este temporada a los Rays.