Haciendo gala de una voz que no envejece y de un carisma que se mantiene aun después de transcurridos 60 años desde que surgió como estrella musical, el inmenso Raphael confirmó este miércoles durante su presentación en la sala Eduardo Brito del Teatro Nacional de Santo Domingo que él “sigue siendo aquel.”
Sí, Miguel Rafael Martos Sánchez, conocido artísticamente como Raphael, sigue siendo aquel que a mediados de la década del 1960, por su talento, triunfó en Europa, América y en buena parte del mundo; que se convirtió en un ícono de la canción romántica y quien por tantos años ha concitado aplausos y ha llenado innumerables escenarios internacionales.
Raphael comenzó a cantar a los tres años, a los nueve recibió en Salzburgo, Austria, el premio como la mejor voz infantil de Europa y mediados de la década del 1960 consolida su carrera profesional, tras participar durante dos años consecutivos en el Festival de Eurovisión, éxitos que le permitieron afianzarse como intérprete y a vender más de 5 millones de discos.
El espectáculo “Tour 60 años” inició a la hora pautada: 8 y 30 de la noche, en una sala abarrotada por un público heterogéneo, pero conformado mayoritariamente damas y personas mayores de 40 años, que son quienes tuvieron el privilegio de vivir la época de oro, el apogeo de este artista nacido en España, pero querido y admirado en buena parte del planeta.
Raphael deleitó y llenó las expectativas de su auditorio, que lo ovacionó y entre aplausos, elogios gritos y euforia le manifestó una vez el tributo de su admiración cuando coreó junto a esta legendaria y versátil figura del arte cada uno de los temas que interpretó esa noche, en una prodigalidad de nostalgia y alegría.
Su potente voz retumbó, sin pausa, en el escenario y el excelente acompañamiento musical que tuvo se hizo cómplice para que los presentes rememoran el pasado al escuchar durante 180 minutos algunos de los más aplaudidos éxitos que conforman el repertorio del este triunfante vocalista, considerado como un “divo de la balada romántica.”
Este astro de la canción, elegantemente vestido de negro, lucía maduro, esbelto, espontáneo, seguro y ágil y provocó un “escándalo” cuando cantó melodías tan populares como “Estar enamorado”, “Mi gran noche”, “¿Qué sabe nadie?”, “Provocación” y “¿Qué tal te va sin mí?”
También la emoción estremeció la sala Eduarto Brito al escuchar a Raphael interpretar “Llorona”, “Estuve enamorado de ti”, “Yo soy aquel” , “Digan lo que digan”, “Cierro mis ojos”, “En carne viva” , “Toco madera”, “Sin Laura” y “Desde aquel día.”
Fueron muchos los éxitos interpretados por Raphael durante su concierto, pero sus admiradores se negaban a despedirlo e insistían en “otro”, “otro”, “otro”…., porque para un artista tan admirado y con una trayectoria tan vasta como este, ni la noche completa resultaría suficiente para complacer todas las peticiones de sus fanáticos.