SANTO DOMINGO — Hace cuatro años, justamente la última vez que la Serie del Caribe se celebró en el Estadio Quisqueya (ahora también conocido como el Estadio Quisqueya Juan Marichal), el certamen se veía en su momento de menos brillo.
La contienda se decidió en apenas la cuarta fecha, cuando los Leones del Escogido (Dominicana) aseguraron el título faltando dos días más para terminar el evento. Es decir que los últimos cuatro partidos de la Serie fueron anticlimáticos. De hecho, el 2012 fue el segundo año consecutivo en que la corona no se definió de manera emocionante en un último juego, ya que en el 2011 los Yaquis de Obregón (México) vieron el partido decisivo por televisión y luego volvieron al Estadio Isidro García de Mayagüez, Puerto Rico para levantar el trofeo.
De ahí en adelante, todo ha cambiado. A partir del Hermosillo 2013, la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe implementó un nuevo formato del Clásico Caribeño con una final de «vida o muerte» para decidirlo todo. Y ahora tenemos dos semifinales, además de la gran final.
Pese a lo que se podría calificar como una manera de premiar menos a los equipos que hayan jugado mejor a lo largo del formato de «todos contra todos», no se puede negar que la Serie del Caribe ha recobrado algo del color y de las emociones de antes-siempre con un toque que va acorde con los nuevos tiempos.
Y por supuesto, la inclusión de Cuba desde el 2014 como «invitado especial» es otro elemento que ha matizado el evento de manera positiva.
No le faltará color a la edición del 2016, que se disputará desde el lunes entre los mismos Leones del Escogido (R.D.), Venados de Mazatán (México), Tigres de Aragua (Venezuela), Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) y Ciego de Avila (Cuba).
Además de las actividades culturales y de diversión dentro y fuera del estadio, habrá por primera vez en la historia del evento un «Festival de Jonrones» con figuras de la talla de los dominicanos David Ortiz, Robinson Canó y Vladimir Guerrero, además de la superestrella venezolana Miguel Cabrera y el cubano Alfredo Despaigne.
«Es una idea estupenda y creo que le da al torneo un significado especial este año», le dijo a MLB.com el presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera. «»Son grandes figuras de este deporte. Canó, Ortiz y Cabrera son estrellas y Vlad tiene los números para estar en el Salón de la Fama. El cubano, Despaigne, tiene fama de ser jonronero. Va a ser un evento magnífico».
COMPETENCIA HISTÓRICA
Esta Serie del Caribe enfrentará a clubes y países bien pegados en la lista de todos los tiempos en cuanto a campeonatos se refieren.
A nivel de equipos particulares, el Escogido intentará alcanzar al también conjunto dominicano Aguilas Cibaeñas y a los Cangrejeros-bicampeones de Puerto Rico y presentes en Santo Domingo este año-con un quinto cetro caribeño. De su parte, el mismo Santurce tratará de saltar al segundo lugar indiscutible de todos los tiempos con un sexto título. Los Tigres del Licey (R.D.) encabezan la lista con 10 coronas conquistadas.
Entre los países tanto de la primera etapa (1949-1960) como la segunda (1970-presente), Cuba y México llegan a Santo Domingo con un total ocho títulos cada uno, compartiendo el tercer lugar detrás de Puerto Rico (14) y Dominicana (19).
OTROS TEMAS A SEGUIR:
— La dedicación de la Serie a Juan Marichal, primer dominicano en el Salón de la Fama de Cooperstown y desde el 2015 acompañado como inmortal del béisbol por su compatriota Pedro Martínez.
— La exaltación de cuatro luminarios dominicanos al Salón de la Fama de la Serie del Caribe: Tony Peña, Felipe Rojas Alou, Luis Polonia y Gerónimo Berroa.
— La posible despedida del lanzador veterano Freddy García, quien terminaría su ilustre carrera profesional representando a Venezuela en la Serie del Caribe-precisamente en su primera participación en el evento.
— Un reencuentro del cubano Adonis García, jugador de los Bravos de Atlanta y refuerzo de los Tigres en Santo Domingo, con su hermano José Adolis, refuerzo de Ciego de Avila.