El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Supercopa de España al superar este domingo en la tanda de penaltis al Atlético de Madrid en la final disputada en el Estadio King Abdullah de Yeda, después de que ninguno de los dos equipos consiguiese ver puerta ni en el tiempo reglamentario ni en la prórroga (0-0; 4-1).
La eficacia de Thibaut Courtois y de Jan Oblak en el tiempo extra, después de 90 minutos tediosos en el recinto saudí, llevó el partido al punto de penalti. El lanzamiento de Saúl Ñíguez al palo en la primera pena máxima y la parada del guardameta belga a Thomas Partey en la segunda permitieron a los de Zinédine Zidane conquistar su undécimo trofeo de la competición, ya que ningún jugador del Madrid falló su lanzamiento.
La expulsión de Fede Valverde tras una entrada a Morata cuando se iba solo ante Courtois a cinco minutos del final de la prórroga fue determinante para mantener al Madrid vivo hasta los penaltis.
El respeto era máximo, la tensión se palpaba sobre el verde de Arabia Saudí, donde se han llevado este año la Supercopa.
Ambos equipos saltaron al terreno de juego con la intención de doblegar al eterno rival y llevarse el primer título del año. El Madrid dominaba el balón en el centro del campo, pero no conseguía poner en apuros a un Atlético que se sentía cómodo sobre el terreno de juego.
Un error de Sergio Ramos en los primeros minutos a punto estuvo de convertirse en un disgusto para los blancos, pero la delantera rojiblanca no supo materializar la oportunidad. La igualdad seguía reflejándose tanto en el luminoso como en el juego.
Alguna tímida aparición de los rojiblancos por medio de Correa, pero sin poner en serios apuros a Courtois. El partido se iba al descanso con las tablas en el marcador.
Tras la reanudación, ambos equipos continuaban mostrando un terrible miedo a cometer un fallo que le diera el título al eterno rival. Esta fue la razón por la que Madrid y Atleti nadaban y guardaban la ropa. Morata tuvo una gran ocasión durante el segundo tiempo, pero no definió bien y Courtois envió el balón a córner.
Tanto Zidane como Simeone agitaban el banquillo y sus equipos lo notaban. Rodrygo y Mariano entraban en el Madrid mientras que Vitolo y Llorente lo hacían por el Atlético. Rodrygo tuvo una clara ocasión al final del partido, pero su disparo salió muy centrado y Oblak atrapó sin problemas. Terminaba el tiempo reglamentario con tablas en el marcador, la final de iba a la prórroga.