MADRID. Decenas de miles de hinchas hicieron caso omiso a la lluvia para homenajear a los jugadores del Real Madrid tras su victoria en la final de la Liga de Campeones.
Muchos pasaron toda la noche celebrando la victoria ante su vecino Atlético de Madrid en una definición por penales, en el partido disputado el sábado en Milán.
El plantel regresó a Madrid alrededor de las 6 de la mañana hora local y se trasladó en un autobús descapotado hasta el tradicional sitio de los festejos del club merengue: la Plaza de Cibeles. Se estimó que unos 30.000 seguidores le dieron la bienvenida al equipo.
Los jugadores cargaron la “Orejona”, el trofeo de la Champions, en lo más alto del autobús. La frase “Campeones” y el número “11” recibieron amplio despliegue, por la undécima conquista de la Copa de Europa por el club.
El capitán Sergio Ramos, autor del gol del Madrid en el tiempo reglamentario en el estadio San Siro, fue el encargado de cubrir la estatua de la diosa Cibeles con la bufanda y la bandera del club, para luego levantar el trofeo.
En un acto en el ayuntamiento de Madrid, Ramos resaltó la capacidad de reacción del equipo en una temporada en la que a mitad de tramo hubo un cambio en la dirección técnico, cuando en enero Zinedine Zidane reemplazó a Rafa Benítez.
“Esto es fruto de mucho trabajo, de los compañeros, mucho esfuerzo, primero del técnico. Ha sido una temporada difícil pero cuando te propones una meta”, dijo Ramos.
“Nuestra historia nos enseñó a no rendirnos, nuestro mito se forjó con la entrega hasta la extenuación”, destacó el presidente Florentino Pérez. “Esto es lo que hacemos y lo que somos, lo que aprendimos de nuestros mayores y lo que tenemos la obligación de seguir alimentando”.