Santiago de los Caballeros vivió una noche inolvidable el pasado 31 de diciembre, cuando el evento «Música en el Corazón de Santiago» rompió récords históricos de asistencia en la explanada monumental. Más de un millón y medio de personas participaron en esta celebración que marcó un hito en la agenda cultural de la República Dominicana.
Desde las 7:00 p.m., una marea de personas llenó el emblemático espacio para disfrutar de una velada que combinó música, tradición y alegría. Con el respaldo del presidente Luis Abinader, este evento se consolidó como un fenómeno nacional que, además de ofrecer entretenimiento, fortaleció la identidad cultural del país.
Música, emoción y unidad
El espectáculo, que incluyó más de 35 conciertos, reunió a grandes exponentes del merengue, el merengue típico y la música urbana. Estrellas como Fefita La Grande, Kinito Méndez, Miriam Cruz, Omega, Chimbala y el Conjunto Quisqueya encendieron el escenario con actuaciones electrizantes que conectaron profundamente con el público.
La atmósfera de la noche fue indescriptible: abrazos, risas y reencuentros entre amigos y familias llenaron el lugar, mientras las multitudes bailaban al ritmo de los géneros más representativos de la música dominicana.
Una producción magistral
El empresario artístico Luis Medrano, reconocido por su visión innovadora, fue el responsable de esta impecable producción. El evento destacó por su escenario de última generación y un despliegue de efectos especiales y pirotecnia que cautivaron a los asistentes. Medrano resaltó la importancia del respaldo gubernamental para promover la cultura y generar empleos en el sector artístico.
Fuegos Artificiales y Memorias Eternas
El momento cúspide de la noche fue un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Santiago con colores vibrantes, cerrando con broche de oro una jornada que quedará grabada en la memoria colectiva.
«Música en el Corazón de Santiago» no solo celebró la música, sino también la unidad y el espíritu festivo de una nación que se despide de un año y recibe otro con esperanza y alegría. Sin duda, este evento será recordado como uno de los mayores logros culturales y artísticos de la República Dominicana.