SURPRISE, Arizona — El cátcher venezolano Salvador Pérez donará US$1 millón a la Urban Youth Academy, un conjunto de campos de béisbol y otras instalaciones cerca del centro de Kansas City.
El anuncio del miércoles se produjo un día después que Pérez firmó un contrato por cinco años y 52,5 millones de dólares que lo ata a Kansas City hasta la temporada de 2021. Además, coincide con la aprobación por parte del ayuntamiento de dos millones en financiamiento para la primera etapa del proyecto, que costará siete millones.
Grandes Ligas y el sindicato de peloteros de las mayores también aportarán fondos.
«Será fabuloso», dijo Pérez. «Estoy seguro que muchos niños disfrutarán de las canchas. Sé que muchos chicos quieren ser como nosotros, quieren ser como los jugadores, así que cuando vean algo así, será una motivación para que jueguen al béisbol. Creo que fue la decisión correcta».
Pérez, que tendrá un campo de béisbol con su nombre, fichó con Kansas City cuando era apenas un prospecto de 16 años en Venezuela, y pronto se convirtió en uno de los favoritos de la afición. Elegido en tres ocasiones al Juego de Estrellas, ayudó a los Reales a disputar la Serie Mundial en años consecutivos, y a ganarla la temporada pasada cuando fue elegido jugador más valioso del Clásico de Octubre ante los Mets.
Los Reales le otorgaron un nuevo contrato esta semana, que básicamente reemplaza un pacto más favorable para el equipo que firmó en 2012, y que incluía opciones por los próximos tres años.
Kansas City tendrá la séptima Urban Youth Academy, una sociedad entre Grandes Ligas y líderes cívicos. El proyecto incluye dos campos de béisbol de tamaño oficial, un campo de softbol de tamaño universitario y un campo de Pequeñas Ligas, además de senderos para caminar, y canchas de básquetbol, tenis y otras amenidades.
La construcción de la primera etapa debe comenzar este año. Una segunda etapa, con instalaciones bajo techo y salones, empezará una vez se recopilen fondos.
«En nuestro país no teníamos nada así», dijo Pérez, quien también tiene un campo de béisbol con su nombre en Venezuela. «No había nada, pero lo disfrutábamos. Amábamos jugar».
El dinero de Pérez es el primer donativo privado importante para el proyecto.
«Cuando uno sabe que es para algo que uno realmente quiere, y uno sabe que habrá niños allí, y todos los niños que uno hará feliz, entonces uno no lo ve como un millón de dólares. Es algo distinto», afirmó.