La elegancia y el buen gusto se dieron cita en la alfombra roja de la 40ª edición de los Premios Soberano, donde el presentador y cronista de arte Samir Saba acaparó miradas al lucir un impecable esmoquin de tres piezas diseñado por el renombrado Wilson Alcéquiez, con estilismo a cargo del talentoso Radhamés Espíritu.
El atuendo, confeccionado en un exquisito casimir inglés, destaca por un delicado brocado en azul milenio sobre una base negra, logrando un equilibrio perfecto entre sofisticación y modernidad. La pieza central es un tuxedo de solapa satinada en negro, complementado con un chaleco cruzado, que realza la figura de Saba y evoca la elegancia atemporal de la década de 1930.
“Esta época definió la elegancia en el vestir masculino y nos sirvió de punto de partida para crear esta pieza”, expresó Alcéquiez, quien fusionó los cortes clásicos con líneas contemporáneas para dar un toque vanguardista al conjunto.

Por su parte, Radhamés Espíritu destacó que la elección del atuendo refleja a la perfección la personalidad y el estilo de Saba, consolidando su imagen de referente en el mundo del entretenimiento.
Saba en la gala
Samir Saba, conocido por su rol como conductor del programa matutino “El Mangú de la Mañana” de RTVD, canal 4, vivió una noche especial, no solo por deslumbrar en la alfombra roja, sino también por la nominación de su espacio televisivo en la categoría “Programa Diario de Entretenimiento”. Además, tuvo una participación especial durante la ceremonia, reafirmando su lugar como una de las figuras más queridas del medio.
Sobre los creadores del look
- Wilson Alcéquiez, originario de Cabrera, provincia María Trinidad Sánchez, cuenta con más de 15 años de trayectoria en la confección masculina a medida, consolidándose como un referente de la sastrería vanguardista y elegante.
- Radhamés Espíritu, reconocido estilista dominicano, se distingue por su habilidad para realzar la imagen de figuras públicas, posicionándose como uno de los más solicitados en el país.
En una noche donde el arte y la moda se dieron la mano, Samir Saba reafirmó que la elegancia, cuando va de la mano del talento, brilla con luz propia.