En un festivo y cálido ambiente navideño, las calles de Santo Domingo Este se llenaron de luz y esperanza con el inicio de la «Ruta de la Esperanza», un programa emblemático del Plan Social de la Presidencia que se ha convertido en una tradición anual, llevando alegría y bienestar a las familias dominicanas de bajos ingresos.
Desde el corazón del gobierno, la directora del Plan Social de la Presidencia, Yadira Henríquez, encabezó el lanzamiento de esta iniciativa que busca fortalecer las acciones gubernamentales durante la temporada navideña. Más de un millón de raciones alimenticias, bonos y soluciones para el hogar se distribuirán estratégicamente, garantizando una Navidad digna para las familias de todo el país.
Con un enfoque inclusivo y solidario, Henríquez expresó el compromiso de llegar a cada rincón del territorio nacional. La «Ruta de la Esperanza» se materializará con un operativo de entrega casa por casa, llevando consigo no solo alimentos y bonos navideños, sino también la magia de la música navideña y la visita entrañable de Santa Claus.
«Este no es solo un programa, es un compromiso con la felicidad de nuestro pueblo. La Navidad es una época mágica, y queremos asegurarnos de que cada hogar, cada rincón de República Dominicana, se llene de alegría y esperanza», destacó Henríquez, quien recordó las palabras del presidente Luis Abinader, resaltando la importancia de brindar soluciones concretas a quienes más lo necesitan.
La «Ruta de la Esperanza» no se limitará solo a los hogares, sino que también se extenderá a instituciones sin fines de lucro que albergan a los más vulnerables de la sociedad, incluyendo niños y niñas, personas con discapacidad, adultos mayores y aquellos afectados por enfermedades mentales. Una muestra clara de que la solidaridad y el espíritu navideño trascienden las fronteras de los hogares para abrazar a toda la comunidad.
Este gesto de generosidad del gobierno, liderado por el presidente Abinader, tiene como objetivo impactar positivamente en la vida de 2.5 millones de dominicanos, consolidando así el compromiso del Estado con el bienestar y la felicidad de su gente durante la temporada más especial del año.
Así, mientras se encienden las luces navideñas y resuena la música festiva, la «Ruta de la Esperanza» se convierte en un faro de amor y solidaridad, iluminando el camino de aquellos que más lo necesitan y recordándonos a todos el verdadero significado de la Navidad: dar y compartir con alegría, construyendo juntos un futuro más brillante. ¡Que la Ruta de la Esperanza ilumine cada rincón del corazón dominicano en esta Navidad!
