La Semana Santa es la época en que se conmemora la muerte y resurrección de Jesucristo y que pone fin al período de Cuaresma o la Pascua. En República Dominicana, una nación con una población predominantemente cristiana, este período se caracteriza por un tropel de tradiciones que identifican nuestra cultura.
Prácticas religiosas y culinarias son parte del folclore en nuestro país y que caracterizan este período de asueto que se vive durante la también llamada “Semana Mayor”, espacio aprovechado por muchas familias para trasladarse a sus pueblos de origen, al exterior, o disfrutar de playa o un breve descanso en un lugar cercano o lejano.
Y es que durante ese etapa, que originalmente se caracterizaba por ser un tiempo de recogimiento y retiro espiritual; las actividades normales de casi todas las empresas e instituciones públicas y privadas hacen uno alto al menos por tres días, por lo cual es tomada por muchos como unas mini-vacaciones y utilizada no para conmemorar sino para celebrar.
Tradiciones gastronómicas
El primer domingo antes del inicio de la de la Semana Santa se conoce como “Domingo de Ramos” y los creyentes participan de las misas y cultos ofrecidos en las parroquias, para evocar la llegada de Cristo a Jerusalén. Allí sostienen pencas como lo hiciere el Hijo de Dios. Al día siguiente, Lunes Santo, se involucran en un proceso de “purificación personal”, para lo cual asisten a retiros espirituales, oran y se convierten en protagonistas de actividades caritativas organizadas en la comunidad.
Al recordar el sacrificio de Jesús para la humanidad, la reflexión es el mar en calma en el que se envuelven muchos cristianos de diferentes denominaciones. El Jueves se recrea la Santa Cena, ese famoso encuentro de Jesucristo y sus discípulos y que se relaciona con el lavado de pies, la traición de Judas Iscariote, la negación de Pedro y el arresto de el Salvador.
Con la fatídica limpieza de manos de Pilato el destino se selló el Viernes Santo, la meca de esta conmemoración, se crucifica a Jesús. La visita de los Siete Altares, actividad que los católicos no obvian, así como las Siete Palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz.
Además, el vía crucis o representación de la caminata del Nazareno hacia el Calvario, es algo obligatorio del costumbrismo católico. El Sábado Santo continúan las actividades conmemorativas y las iglesias reciben con su encanto beatífico a las personas que siguen en reflexión.
Domingo de resurrección
El Domingo Santo, con júbilo, cantos y alegría, se celebra la resurrección y asunción del Mesías a los cielos y para conmemorar ese hecho los feligreses se reúnen en las iglesias para escuchar el sermón o la prédica de curas y pastores (según la secta). Ese día pone punto final a las prácticas religiosas de la Semana Mayor.
Tradiciones culinarias y delicias gastronómicas
Hay que destacar en este período de asueto los platos y postres preparados en ocasión de esa época. Durante todos los viernes de la Cuaresma, especialmente en el Santo, los creyentes no comen carne, tradición establecida como forma de honrar la penitencia del Hijo de Dios, quien pasó 40 días en el desierto en ayuno. En nuestra amada Quisqueya reemplazan la misma con pescado, sardinas, arenque, bacalo, el cual acompañan con papas, tayota, berenjena, repollo, palmito, entre otras opciones.
Se degustan en ese tiempo el arroz con gandules en forma de potaje, o el moro (combinación de arroz con habichuelas, guandules, frijoles) locrio (cocción conjunta de arroz con carne, arenque, sardina o bacalao). Pero si algo nos habla de la Semana Santa son las habichuelas con dulce, postre típico de nuestro país, aunque muchos las consideran un plato fuerte.
No importan que nos las sirvan frías o calientes, las habichuelas con dulce como quiera resultan deliciosas y han alcanzado fama internacional, porque los dominicanos, a cualquier parte del mundo a donde se trasladen, se llevan la receta, las preparan y las comparten.
También suelen saborearse los frijoles con dulce, una variedad de las habichuelas y que al igual que estas se preparan con leche, azúcar, batata y especias, adornadas con galletitas y se saborean en la fa y se comparten con los vecinos.
Semana Santa y COVID-19
Esta Semana Santa correspondiente al año 2020 la podemos calificar de atípica, porque el recogimiento no es opcional ni tiene un origen religioso.
La pandemia de COVID-19 que se ha expandido por el mundo, que nos impuesto el encierro y el distanciamiento social, ha cambiado nuestras vidas y echado por la borda casi todas las práctica y tradiciones de esta época donde el mundo cristiano recuerda el sacrificio del Hijo de Dios.