Tomar un vaso de agua al despertar, antes de ingerir cualquier alimento, es una costumbre que gana cada vez más adeptos en todo el mundo. Diversos especialistas en nutrición y medicina coinciden en que este sencillo hábito puede contribuir al bienestar general, siempre que forme parte de un estilo de vida equilibrado.
Un impulso para el organismo al comenzar el día
Durante las horas de sueño, el cuerpo permanece en reposo, pero continúa realizando funciones vitales como la regeneración celular, la circulación y la eliminación de toxinas. Al despertar, beber agua ayuda a rehidratar el organismo, activar el metabolismo y preparar el sistema digestivo para recibir los alimentos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mantener un adecuado nivel de hidratación es clave para el correcto funcionamiento del cerebro, los músculos y la regulación de la temperatura corporal.
Principales beneficios de beber agua en ayunas
- Estimula el metabolismo: Ingerir agua fría o a temperatura ambiente en ayunas puede aumentar ligeramente el gasto energético, ayudando a optimizar el metabolismo basal.
- Favorece la eliminación de toxinas: Al hidratar los riñones y el hígado desde la primera hora del día, se facilita el trabajo de filtrado y depuración.
- Mejora la salud digestiva: El agua actúa como lubricante natural del tracto intestinal, lo que puede ayudar a prevenir el estreñimiento.
- Contribuye a una piel más saludable: Una correcta hidratación mejora la elasticidad y la apariencia de la piel.
- Ayuda a regular el apetito: Beber agua antes del desayuno puede generar una sensación de saciedad inicial y evitar el consumo excesivo de calorías.
¿Cuánta agua tomar y en qué condiciones?
La recomendación más extendida es beber entre 250 y 500 mililitros de agua en ayunas, preferiblemente a temperatura ambiente para evitar choques térmicos, aunque no existen reglas rígidas. Lo importante es que el agua sea potable y de calidad, ya sea filtrada, embotellada o hervida.
Algunos nutricionistas sugieren añadir unas gotas de limón para potenciar su efecto antioxidante y alcalinizante, aunque esto depende de las tolerancias y preferencias individuales.
Mitos y precauciones
Aunque tomar agua en ayunas aporta beneficios, no debe considerarse un sustituto de tratamientos médicos ni una cura milagrosa para bajar de peso o tratar enfermedades. Personas con problemas renales, cardíacos o de retención de líquidos deben seguir las recomendaciones de su médico sobre la cantidad de agua diaria.
Un hábito fácil de adoptar
Convertir esta práctica en una rutina es tan sencillo como dejar un vaso de agua listo en la mesa de noche o en la cocina antes de dormir. El gesto puede parecer mínimo, pero con constancia se transforma en un hábito con efectos positivos acumulativos para la salud física y mental.
Tomar agua en ayunas es un gesto simple, económico y accesible para la mayoría de las personas, que, sumado a una alimentación balanceada y actividad física regular, puede ser parte fundamental de un estilo de vida saludable.