Se trata de una prueba de sangre única que detecta ocho tipos comunes de cáncer y ayuda incluso a identificar la ubicación del mismo.
Un equipo de investigadores del Johns Hopkins Kimmel Cancer Center ha desarrollado una prueba llamada CancerSEEK, es única, no invasiva y multianalítica, que evalúa simultáneamente los niveles de ocho proteínas cancerígenas y la presencia de mutaciones del gen del cáncer a partir del ADN que circula en la sangre.
El análisis está dirigido a la detección de ocho tipos de cáncer, los más comunes y con mayor tasa de muerte. Estos son: de hígado, páncreas, estómago, esófago, ovario, mama, colorrectal y de pulmón.
La prueba detectaría los cánceres antes de que causen síntomas y cuando aún se pueden curar únicamente empleando cirugía.
«El uso de una combinación de biomarcadores seleccionados para la detección temprana tiene el potencial de cambiar la forma en que detectamos el cáncer, y se basa en la misma lógica para usar combinaciones de medicamentos para tratar el cáncer», afirma Nickolas Papadopoulos, líder del trabajo que fue publicado por la famosa revista Science.