Los amantes del maravilloso, misterioso y apasionante mundo del vino, conocen la importancia que tienen las copas para poder capar adecuadamente cada sorbo.
De hecho, hay una frase que reza que “hay una copa para cada tipo de vino”, es por ello que la fina cristalería no es solo cuestión de estética, sino que forma parte del ritual.
Dependiendo de las características específicas, un vino puede mostrarnos lo mejor de su personalidad, si está servido adecuadamente.
Diferentes estudios afirman que la forma y el tamaño de la copa influyen considerablemente en nuestra percepción sensorial, conscientes de ello, realiza cata maridaje junto Christian K. Valldejuli, representante de la marca en Latinoamérica y el Caribe, quién se enfocó en mostrar a los invitados la experiencia única de brindar en una copa varietal, diseñada para cada vino.
Las copas Vinum XL, fueron la variedad de Riedel seleccionadas para esta cata realzando las notas de los vinos Freemark Abbey Cabernet Sauvignon de California caracterizado por sus toques de moras, casis y chocolate blanco; el vino francés Chateneuf Du Pape Calvet de color rubí con reflejos violáceos; y Chateau St Jean Sonoma Pinot Noir de California de aromas frutales.
Durante la cata, realizada en las instalaciones de Casa Cuesta, los comensales maridaron diversos vinos con una selección de chocolates que jugaban con su paladar: dark cocoa de 70%, caramelo y chili.
Llegando al país en manos de Manuel González Cuesta, Riedel Glass, con sede en Austria y más de 300 años de antigüedad, es un fabricante de cristal especialistas en copas de vino y otros licores. Georg Riedel el creador de las copas varietales, lo cual se traduce en copas pensadas para cada una de las cepas o tipos de uva que se producen mundialmente.