El parto y el nacimiento con frecuencia son una dura experiencia para muchas mujeres, y las directrices actuales descartan que se coma en ese momento.
Pero una investigación canadiense reciente sugiere que una comida ligera durante el parto podría ser una buena idea para la mayoría de mujeres sanas.
«Nuestros hallazgos sugieren un cambio en la práctica que tiene sentido», afirmó en un comunicado de prensa de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American Society of Anesthesiologists) el coautor del estudio, Christopher Harty, estudiante de medicina de la Universidad Conmemorativa de St. John’s, en Newfoundland.
Harty presentó los hallazgos el sábado en la reunión anual de la sociedad, en San Diego.
Tradicionalmente, se ha indicado a las mujeres que eviten comer o beber durante el parto por la preocupación de que puedan inhalar alimentos o líquidos a los pulmones, una afección conocida como aspiración. A su vez, la aspiración puede a veces llevar a la neumonía, dijeron los investigadores.
Pero anotaron que los avances médicos hacen ahora que ese problema sea muy poco probable en los centros modernos. Según los investigadores, la aspiración durante el parto es muy rara. En Estados Unidos, hubo tan solo un caso de aspiración durante el parto y el nacimiento entre 2005 y 2013.
El riesgo bajo de aspiración probablemente se deba a los avances en la atención durante la anestesia, y a un aumento en el uso de los bloqueos epidurales y espinales en lugar de administrar anestesia con una mascarilla en la nariz y la boca, apuntaron los investigadores.