Esta iniciativa busca reconocer la vida de los artistas que han logrado una carrera exitosa.
Llovía copiosamente la noche que el Centro Cultural Banreservas invitaba al conversatorio Vidas Ejemplares con el compositor dominicano Cheo Zorrilla. Y ni el caos del tráfico ni la inclemencia del tiempo pudieron detener el encuentro que sirvió para recorrer la vida artística del autor de Apocalipsis.
Juan Freddy Armando, encargado del Centro Cultural Banreservas, dio la bienvenida a los presentes y expresó su agradecimiento a Zorrilla por ser parte de esta iniciativa que propicia el Centro desde su creación en el 2013.
“Soy un músico de academia de pueblo, no de conservatorio”, reconoció Zorrilla, que se hizo acompañar de Fernando Arias, autor del popular tema No me conoces, interpretado por el salsero Marc Anthony.
Ambos compositores recrearon sus años de infancia en Tamayo, sus pininos en la Escuela de Blas Carrasco y cómo Cheo, tras la muerte de su padre, ayudaba en la casa con el sueldo de cinco pesos que ganaba siendo músico.
“Cheo es muy auténtico”, relata entretenido Arias, quien puso la nota divertida en el conversatorio y reconoció el talento de su compañero, a quien recibió en su casa cuando llegó a la capital a estudiar en la universidad.
“En el año 67 vine a estudiar a la universidad, aunque yo quería ser militar igual que mi padre”, recuerda Zorrilla, quien también fue presentador del programa Enhorabuena, conducido y dirigido por Yaqui Núñez del Risco.
Con voz nostálgica, Cheo Zorrilla confiesa al público que, con apenas 12 años, su verdadero sueño era ser sacerdote. Recuerda como “un día amargo” ése en el que no fue admitido. Sin embargo, aquel deseo frustrado da frutos y surgen temas como Cirineo o El amor soñado, un tema de su última producción discográfica exclusivamente de canciones cristianas.
Este disco, junto con otras canciones, lo puso a disposición del cantautor Danny Rivera, artista con el que guarda una relación de amistad y que le había expresado su interés por cantar temas de corte religioso.
De escuchar tangos y escribir poemas en Tamayo, Cheo Zorrilla destacó la influencia que recibió de artistas como Serrat y por qué se sujetó con tanto celo a la métrica para componer: “La canción no es simplemente un verso con música. La métrica es importante para que las composiciones se memoricen e inviten a las personas a escucharlas una y otra vez”.