A propósito del inicio de la temporada de huracanes, la organización internacional de asistencia humanitaria en emergencias, World Vision República Dominicana, reveló que existen miles de familias en riesgo frente a los eventos climáticos extremos, donde el 79 % de los líderes de hogares manifestaron una profunda necesidad de alimentos insatisfechas luego de una emergencia climática, especialmente en las zonas más vulnerables.
Así fue evidenciado en el marco de la respuesta humanitaria sostenida tras el impacto del huracán Fiona en la región este del país, específicamente en la provincia El Seibo, donde junto a Food For The Poor, se realizó un diagnóstico de necesidades persistentes a 1, 434 hogares distribuidos en unas 22 comunidades, afectados por el huracán luego de un año y dos meses del impacto. El levantamiento de información también arrojó que el 80 % de los líderes de hogares han solicitado dinero prestado para comprar alimentos, reflejando un largo período de recuperación de sus medios de vida posterior a la emergencia climática, y un 17 % expresaron estar obligados a vender sus enseres y útiles personales para alimentarse correctamente. Igualmente, un 58 % indicó no contar con ingresos o empleo fijo para el sustento del hogar y el 66 % señalaron que su principal preocupación es la alimentación del hogar.
En ese sentido, se logró determinar que de los 1, 434 hogares, el 59.7% tienen a una mujer como cabeza de la familia, y el 40.3 % hombres. De estos unos 95 jefes de hogar presentaron alguna condición de discapacidad. Del mismo modo, el 81 % de los entrevistados se dedican a trabajos informales, 9% a la construcción, 6.6% estudia y 2.23 % se dedica a la ganadería.
Del mismo modo, una cifra importante de 1,330 (92 %) de las personas encuestadas, informó no poseer beneficios de los programas de protección social, de estos, solo 5.93 % pertenece al programa Comer es Primero, 0.21 % recibió bono de emergencias y 0.35 % recibió beneficios del plan social de la presidencia. El 50 % manifestó continuar con daños en el sistema de agua potable, 46 % en la electricidad, 16 % en los sistemas de desagüe y 17 % con otros tipos de daños, luego de un año del impacto del siniestro climático.
“El perfil de riesgo de país nos hace vulnerables a múltiples amenazas, como las climáticas, geológicas, de salud, antrópicas, que confluyen con factores sociales, económicos y demográficos, exacerbando las condiciones de riesgo de millones de dominicanos. Por su ubicación geográfica, la República Dominicana está expuesta al impacto de eventos de origen hidrometeorológicos en sus diferentes clasificaciones, como huracanes, tormentas… esta elevada exposición a fenómenos naturales produce de manera reiterada situaciones de emergencia y desastres de diferentes envergaduras”, explicó Isabel Hernández, coordinadora nacional de Asuntos Humanitarios y Emergencias de World Vision.
World Vision República Dominicana responde en emergencias y fortalece la resiliencia local e institucional para la reducción del riesgo de desastres.
En este aspecto, la ONG, con el financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), por sus siglas en inglés, a través de su oficina de Asistencia Humanitaria (BHA), está desarrollando acciones articuladas y orientadas a aumentar las capacidades de las comunidades para la reducción del riesgo de desastres y la preparación ante situaciones de emergencias y desastres en las comunidades y municipalidades de Haina, Miches y El Seibo.
Estas acciones incluyen la instalación de una antena repetidora, la inauguración y transferencia de tres salas de manejo de situación y crisis a dos municipalidades, y el fortalecimiento de tres salas de radiocomunicación en tres municipios (Miches, Seibo y Haina) en coordinación con las autoridades correspondientes de los territorios beneficiados. De igual forma, el fortalecimiento de las capacidades del liderazgo comunitario con la creación, capacitación y equipamiento de 30 redes comunitarias para la prevención, mitigación y respuesta en igual número de comunidades, y equipamiento de 50 centros educativos en los territorios antes mencionados, junto al fortalecimiento de competencias técnicas en coordinación con la Dirección de Gestión de Riesgos y Ambiental del Ministerio de Educación.