Eudis Cordero, expresión de coherencia y compromiso logra uno de sus mejores musicales y provoca emociones y lágrimas en Salón de Eventos Sambil, sobre todo por el orgullo de sentir el color sonoro de lo dominicano en escenario. El exquisito montaje se sigue presentando hoy sábado y este domingo.
José Rafael Sosa
Toy Aficiao, más que un musical con excelencia artística, es una experiencia que toca piel sensible y fondo de conciencias, gracias a la fuerza y versatilidad de estos talentos emergentes, expuestos junto a la fuerza del concepto el valor de la vida y la vigencia de la unidad de la familia.
Presentado este fin de semana es una muestra del avance de las nuevas generaciones del baile, el teatro y el canto escénico. Una satisfacción queda tras lo bien logrado.
Lo que desfila ante el público, es el resultado de la supervisión, la orientación y el amor de todos estos docentes del arte, expresado en sus niveles más altos. Cuando se ve actuar a estos muchachos y muchachas, lo que se disfruta de la labor que tomó poco más de ocho semanas de preparación y que, afortunadamente, logró el patrocinio de la Vicepresidencia de la república y empresas, que lidera ARS Humano, entre otras que decidieron respaldar este loable proyecto.
El balance es altamente positivo gracias a una buena combinación de los tres directores: coreografía, (Maritrini Astwood) interpretación vocal (Claudia González) y teatral, (José Manuel Rodríguez), quienes se tomaron dos meses de ensayo, toda una proeza para lo complejo e intrincado que resulta en escena, para ensamblar los tres recursos expresivos y entregar una jornada que, de funcionar los asuntos como debería ser, habrá de ser reconocidas por lo menos con nominaciones del premio nacional de arte por excelencia, el Soberano 2016.
Las actuaciones
Los estelares, la Zenny Leyva (Elaine) – portentosa y dueña de si, excediendo lo que puede esperarse de una “cara bonita” como al efecto tiene; Juan José Sánchez (Enmanuel), nos resulta tremenda sorpresa por su entonada voz, sus lances sincronizados de baile y su dominio del personaje, mientras que Manny Cruz (modelo, actor y cantante del Grupo Aura, igual que Sánchez) logra que el espectador le profese animadversión ante lo consumista y moralmente repulsivo de su personaje.
Sin embargo hay cinco personajes, quienes desde el plano secundario, nos arrobaron la atención: La mejor voz y la mayor transformación en escena es Natacha Hernández, quien no llega a los 18 años, y a quien se le maquilló y vistió con habilidad para aparentar canas y hacerse pasar por María, la madre de Enmanuel (nombre nada casual como habrá de descubrirse al final); Jerel González (Juan), un muchacho de condiciones vocales precisas y entusiasmantes; la niña Mía Isabell (Esther) por la efectividad de su desempeño junto a los adultos a los que iguala en estelaridad y Maritza Silverio(La chismosa doña Juana), artista de unas dotes humorísticas impresionantes y la dentadura más perfecta que se ve en tablas.
Manolo Ozuna tiene un peso escénico abrumador y rico en matices de humor; su papel parecería que fue escrito para él con toda intención. La veteranía le brota en cada parlamento. Es un festín de carcajadas, cada vez que sale.
Rasgos notables
De una parte, la coreografía es fundamental al imprimir ritmo y coordinación corporal uni-sincrónica, gracias a la labor de Maritrini Astwood. No la conocemos en lo personal, pero nos impacta el trabajo que alcanzan las mazas danzantes en los nueve números estelares.
La música, del maestro Miguel Ángel Soul, es un rico paseo por los pasillos de la bachata, la música urbana, y especialmente el Denbow por, el pop que le otorga un pasaje a lo internacional.
Carlos Ortega debió romperse la cabeza para enfrentar un escenario técnicamente limitado, para ubicar sus masas escenográficas que giraban sobre su eje para el cambio casa rica-casa pobre.
El escritor
El cerebro tras todo el montaje, es Eudys Cordero, creador del libreto, el tipo de artista que definió temprano al servicio de qué estaría su capacidad como creador de conceptos para el género escénico de más complejo acometimiento: el musical.
Cordero apela a una la previsible trama argumental – basada en un esquema tradicional de enfrentamiento entre dos chicos de clases sociales distintas en demanda del amor de la rubia estelar, sobre utilizado en cine, teatro y hasta literatura se escaso esfuerzo, pero el dramaturgo logra escaparse finamente de lo conocido a apelar al sentimiento humano y el valor intrínseco a la vida.
Coherencia de trayectoria
Cordero delineó desde hace 17 años cuando sus inicios, en 1998, funda el Teatro E-Fusión, y es estrena con el musical Devuelta, presentado con éxito y algunas limitaciones en Casa San Pablo, marcando el inicio de una carrera de un artista especializado, muy alineado con su formación católica y los valores de su iglesia. Desde entonces, pasando por Jesucristo Super Star, Las Mil Caras de Yomio, su experimentación ecologista Fuego, que disfrutamos en Casa San Pablo y luego, ya en 2008, montó impecablemente en Teatro Nacional Talentos y Unción. –para sorpresa de cronistas y críticos por la profesionalidad y cuidado del proyecto y para rematar con el Resurrección (nominado a los premios de Acroarte como musical del año e 2013) ambos dirigidos por el mismo José Manuel Rodríguez, quien de paso borra el amargor que nos dejó luego de dirigir en Sala Ravelo algo que tenía que ver con el Apartamento# 5.
La dirección teatral
Un artista capaz de dirigir teatralmente un proyecto de este tipo, debería nunca más aparece haciendo personajes televisivos equívocos, como La Diva: José Manuel Rodríguez demuestra que es un profesional del teatro cuando mira en serio su quehacer.
Josema, sobre nombre que no nos agrada para nada, saca partido al desempeño de sus personajes principales y secundarios, a los que saca espontaneidad, sensualidad y calidad histriónica a estos chicos y chicas, cautivando la concurrencia con el recital de acciones teatrales.
Ahora, apoyado en la dirección teatral de José Manuel Rodríguez, está presentando en el salón de evento de la plaza Sambil, Toy Aficiao, espectáculo a cargo de estos artistas y que logran que emanen emociones e impactos. El salón de eventos Sambil, amplio y puede que excelente para conferencias y teatro, no tiene las condiciones que exige un musical.
Lo que queda en el espectador, tras la hora 50 minutos de accionar en tablas, es la seguridad de que ha sido fundamental el trabajo de los diversos maestros de formación artística que han contribuido con el afinamiento de los talentos que ahora aplaude: Laura García Godoy, Johnnié Mercedes, Rodolfo Ledo, Jam Academy, Manny Pérez, y en especial el maestro Amaury Sánchez (AFA).
El apoyo
El musical, planteado como proyecto por la Fundación Matrimonio Feliz y respaldo de la Vice-presidencia de la República, ARS Humano y de un conjunto de empresas que prestaron apoyo para hacerlo posible: Farmacia Carol, Televida, Grupo Medrano, Listín Diario, Banco de Reservas, Pala Pizza, Progresando con Solidaridad, de la Vice-presidencia y CDN/NCDN, entre muchas otras.