El 12 de mayo se conmemora el “Día Internacional de la Enfermera”, para honrar a esas imprescindibles auxiliares de la salud, que cumplen con la loable misión de mitigar el dolor y el sufrimiento de los enfermos (quienes a veces son pacientes muy impacientes) y que generalmente no son bien remuneradas económicamente, aunque si bien compensadas con muchas satisfacciones.
Se escogió esa fecha para reconocer a quienes ejercen este meritoria trabajo (desempeñado mayoritariamente por mujeres, aunque también por algunos hombres), como homenaje a Florence Nightingale quien pese a la oposición de su familia y los cánones de su época se convirtió en la primera enfermera profesional.
BIOGRAFÍA DE FLORENCE NIGHTINGALE:
Esta humanitaria dama nació en Florencia, Italia, el 12 de mayo de 1820 y pese a ser hija de una familia de buena posición económica, decidió dedicarse al cuidado de los enfermos, aunque en esa época Victoriana (1837-1901) se consideraba inadecuado que las mujeres trabajaban.
Sus padres, Frances y William Shore Nightingale, estuvieron en total desacuerdo con que ella se inmiscuyera en esa filántropa faena, porque la intención de ellos era casarla con un “buen partido” (rico y de la alta sociedad), pero no lograron impedírselo.
A Florence Nightingale se le atribuyen notables adelantos en las condiciones sanitarias en un hospital británico durante la guerra de Crimea (reflejados en una significativa merma en el número de fallecimientos), el impulso de la reforma sanitaria mundial a través de sus escritos y sentar las bases de la profesionalización de esa actividad.
En 1844 se matriculó en el Hospital Luterano del Pastor Fliedner en Kaiserswerth, Alemania, para estudiar enfermería y su ‘ labor le hizo merecer los nombres de “Ángel de Crimea” y “La Dama de la lámpara” (por sus visitas nocturna a los pacientes mientras llevaba un candil) y En 1860 fundó su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres.
Durante la mayor parte de su vida Florence Nightingale se dedicó a impulsar la enfermería como profesión, fue la primera mujer en ser en admitida en la Royal Statistical Society británico, es miembro honorario de la American Statistical Association y su labor inspiró a Henri Dunant a fundar la Cruz Roja.
VALOR Y FUNCIÓN SOCIAL DE LAS ENFERMERAS
El respeto a la vida y el cuidado de los enfermos es la esencia de esta profesión; la cual requiere de un valor personal y profesional sostenido en la relación terapéutica enfermera-paciente; además de vocación de servicio a fin de desempeñarla tomando en cuenta dimensiones físicas, fisiológicas, psicoemocionales, culturales y espirituales.
Acertadas las palabras de Virginia Henderson cuando definió a las enfermeras como “la conciencia de la inconsciencia, el amor por la vida del suicida, la pierna del amputado, los ojos del nuevo ciego, el medio de locomoción del infante, el conocimiento y la confianza de una nueva madre, y la voz de aquellos demasiado débiles como para poder hablar.”
No podemos menoscabar el trascendental papel que juega el altruismo en el desarrollo de esta profesión, pero para un acertado ejercicio se requiere también preparación, experiencia y resistencia. Es cierto que los médicos curan, pero ellas cuidan, vigilan, cuidan y dan el tan necesario seguimiento a las instrucciones de los facultativos.
En los momentos más críticos es esencial contar con la ayuda de las enfermeras y es que, como dijo Rawsi Williams, “ellas hacen lo que nadie más quiere hacer, como nadie lo puede hacer y en cualquier circunstancia”, por eso aseguró Dag Hammasrskjold que “la atención constante que brindan es tan importante como la mejor operación de un cirujano.