El exclusivo evento se realizó en las instalaciones de la tienda La Enoteca de Santo Domingo y contó con la presencia del embajador de esta reconocida Maison del champagne Nathan Benfrech.
Con la intención de ofrecerles una experiencia única a sus clientes, ejecutivos de Vinos S.A., tiendas La Enoteca y el grupo LVMH Moët Hennessy, realizaron la primera venta privada de Krug en República Dominicana, la cual tuvo como invitado especial al embajador de la marca Nathan Benfrech.
El encuentro se realizó en las instalaciones de la Enoteca de la avenida Abraham Lincoln, donde los asistentes disfrutaron de varias añadas de Maison Krug, mientras conversaban y compartían en un ambiente relajado y ameno. La ocasión sirvió para presentar a los amantes dominicanos del buen vino las Krug Vintage 2002 y 2003, las grandes protagonistas de la noche.
Krug Vintage 2002 es la primera añada del cambio de milenio, que ha estado reposando en bodega durante trece años para seguir por la senda marcada de la tradición y la excelencia.
El año 2002 fue un buen momento para las cosechas de vino, ya que el clima acompañó perfectamente, potenciando los sabores únicos de cada una de las cosechas que se llevaron a cabo. La diferencia de este champagne con otros radica en que cada una de las parcelas de uva se escogen de forma exclusiva y personalizada para lograr ese sabor diferente, tan rico en matices.
Este espumoso es una fina mezcla de Meunier, Chardonnay y Pinot Noir que aporta unos matices ricos en sabores cítricos, a través de la suavidad que caracteriza a esta firma de champagnes.
El 2003 fue un año repleto de circunstancias especialmente difíciles, con un invierno y una primavera secos, con una brotación temprana en los viñedos, seguida por dos heladas graves. Pero a pesar de las elevadas temperaturas y de la larga duración de la cosecha, Krug decidió crear una vendimia de este año en particular y la llamó «Vivacité Solaire» (Resplandor vivaz) para relacionar una historia inesperada de un año caliente que sorprendió Krug con fruta, frescura, equilibrio, expresividad, vivacidad y finura, todo al mismo tiempo.
Krug Vintage 2003 está cargado de vivacidad y elegancia. Este delicado champagne de sutil color oro, comedido y repleto de finura, destaca en nariz por su frescura con notas de cítricos, ciruela, miel y brioche, olores que en su conjunto se convierten en una reminiscencia a la infancia.
En el paladar, las frutas frescas de verano son las protagonistas y sorprende la cáscara confitada de pomelo, la castaña asada y la tarta de manzana caramelizada. Krug 2003 se convierte en una aventura luminosa bañada por el sol de la elegancia.