BOCA RATÓN, Florida — Los responsables de los puestos ejecutivos de los clubes de béisbol solían ser peloteros retirados, individuos canosos que cerraban los bares en las tradicionales reuniones para negociar cambios y nuevas adquisiciones. Todo eso ha quedado en el pasado.
La tendencia que se ha impuesto en las Grandes Ligas es la de contratar a gerentes generales egresados de universidades prestigiosas, en particular de las ocho conocidas como la Ivy League.
Entre los 30 gerentes actuales hay cuatro que se graduaron en Harvard, dos por cabeza de Cornell y Dartmouth, y uno cada uno de Princeton y Penn. También hay egresados de MIT, Amherst, Georgetown y Wesleyan; dos con títulos de derecho de Harvard; dos con maestrías de negocios de Northwestern y uno con un doctorado de la Universidad de California en Berkeley.
«Esto es un negocio enorme, de eso se trata», dijo el gerente de los Yankees Brian Cashman, quien estudió historia y jugó béisbol en la Universidad Católica en Washington. «Como podemos cuantificar todo lo que ocurre en el terreno y analizar de una forma muy específica el actual y futuro desempeño, esto se tiene que manejar como una sala de juntas en Wall Street en la que están al pendiente de activos. Es lo mismo que en la industria petrolera y quieres comprar algunos pozos en el golfo».
El whisky, la cerveza y los cigarros han sido reemplazados por agua embotellada y despertarse temprano para ir al gimnasio del hotel.
Cada vez es más raro ver a expeloteros en funciones ejecutivos como es el caso de Dave Stewart en Arizona y el Jerry Dipoto, el nuevo gerente en Seattle.
«Es la dirección que ha tomado el béisbol», señaló el nuevo coach de banca de Oakland Mark Kotsay, con una carrera entre 1997 y 2013.
Jeff Bridich, en su segunda temporada como gerente en Colorado, fue el capitán del equipo de béisbol en Harvard, al igual que David Forst, recién ascendido al puesto en Oakland. David Stearns, el nuevo gerente en Milwaukee, se graduó de ciencia política en Harvard. Y Matt Silverman, el presidente de operaciones de béisbol en Tampa Bay (ya nadie usa el título formal de gerente) sacó un diploma de economía en Harvard y que desde su puesto en Goldman Sachs orquestó la compra de los Rays por el dueño Stuart Sternberg.
Jon Daniels estudió economía y administración en Cornell. Tenía 28 años y 41 días de edad cuando fue nombrado gerente en Texas, el más joven en la historia. A.J. Preller, contratado por San Diego en agosto de 2014, egresó de Cornell en 1999.
Sandy Alderson de los Mets cuenta con diplomas de Dartmouth y de la Facultad de Derecho de Harvard. Y el nuevo gerente de Filadelfia Matt Klentak fue el capitán del equipo de béisbol en Dartmouth, donde sacó un título en economía.
El nuevo gerente de Boston Mike Hazen jugó como jardinero central en Princeton y luego pasó dos años en las menores antes de sumarse al departamento de scouts de Cleveland. Jeff Luhnow, rumbo a su quinta temporada como gerente de Houston, sacó títulos de economía e ingeniería de Penn y una maestría en administración de negocios de Northwestern.
Y así varios otros.
Klentak señaló que los requisitos cambiaron cuando los Medias Rojas contrataron a Theo Esptein, entonces con 28 años, como gerente en noviembre de 2002. Epstein se graduó en Yale y en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Diego. En apenas su segunda temporada, los Medias Rojas ganaron su primera Serie Mundial desde 1918. Epstein es el actual presidente de operaciones de béisbol de los Cachorros de Chicago.
«Ahí fue cuando comenzó esto», dijo Klentak. «El béisbol es una industria en el que todos se copian del otro. Eso lo sabemos. Así es con todo. Si algo le funciona a un equipo, todos los demás van a tratar de imitarlo hasta que otra cosa funcione. Y luego todo el mundo saldrá imitar eso».
Klentak pasó cuatro años trabajando en el departamento de relaciones laborales de Grandes Ligase n Nueva York, uno que esencialmente es como una suerte de programa de posgrado para la gente que aspira a ser considerado como un gerente. Tal es el caso de Stearns y casi una docena de ejecutivos de diversos clubes.
«Uno necesita de mucha experiencia en el campo para convertirse en gerente y trabajar en la oficina del comisionado es un buen punto de partida, pero hay muchos distintos senderos para convertirse en gerente», dijo Dan Halem, el director de asuntos legales de MLB.
Con toda su preparación, los gerentes enfrentan crisis al igual que los directores ejecutivos. Pero un ejecutivo del béisbol nunca ha tenido que lidiar con un derrame de petróleo.
«Los derrames serían como las cirugías Tommy John», dijo Cashman.
Fuente:MLB