Lucir el pelo al estilo afro, rizo o crespo se considera en República Dominicana como una moda; sin embargo, esta práctica está muy ligada a nuestra identidad cultural, por ser una herencia que nos legó España, nación que colonizó nuestro territorio, a partir del año 1492.
En nuestra isla, pedacito de tierra que los europeos denominaron Quisqueya, se impuso la idea de que la raza blanca es superior a las demás, por eso el pelo de los mulatos y negros (razas que conforman más del 80 % de nuestra población) es considerado como “malo.”
Todavía hoy se relaciona el “pajón” o “afro” con desaliño, mala presentación y falta de profesionalidad, independientemente de la belleza de los rasgos de quien lo exhiba, de lo bien vestida que esté y los modales finos que pueda mostrar, porque el pelo considerado “bueno” es el lacio y se estigmatiza a quienes no lo poseen o al menos no se someten a procedimientos químicos para alisarlo.
Son muchas las empresas que cuando en una oferta de empleo ponen entre los requisitos “tener buena presencia” están a la espera de que una de las características de las aspirantes a ostentar el puesto sea tener el pelo lacio, o al menos alisado artificialmente o desrizado.
Ahora bien, pese a esta discriminación a que son sometidas las mujeres dominicanas, muchas mulatas , por diferentes razones, han obviado las críticas y han decidido llevar su pelo “natural”, ya que no lo consideran “malo” y sienten que a pesar de no tenerlo “lacio” o “bueno” se ven hermosas.
Este tipo de cabello puede tener diferentes texturas, pero en todos los casos ofrece una serie de ventajas, como son un mayor volumen, generalmente es menos grasoso, requiere menos mantenimiento en salones de belleza, no te lo arruina la lluvia y la verdad es que luce bien exótico y permite una versatilidad en cuando a peinados se trate..
Testimonios
Para la periodista Karen Arias, la decisión la adoptó por el cansancio: “Desde los cinco años me habían procesado el cabello con químicos y con el tiempo entendí que yo misma había asumido una actitud de rechazo hacia mi pelo natural por ser muy crespo y empecé a darme cuenta que estaba agotada intentado cambiar algo solo por prejuicios de la misma sociedad”.
Señala también que las mujeres que exhiben el pelo al estilo afro son blanco de burlas y frases despectivas, que en ocasiones hasta las mandan a peinar y les hacen montones de críticas.
Karen confiesa que ese paso constituyó un proceso de aceptación y entendimiento. “Poco a poco fui comprendiendo que mi cabello es hermoso tal cual Dios me lo dio y no es malo ni feo, solo diferente”.
La joven Bianka López, quien cursa la carrera de Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), recinto Santiago, dijo que decidió seguir el ejemplo de personas a quien sigue en las redes sociales, porque les encanta como lucen, además que es un “estilo libre”.
Bianka entiende que el hecho de lucir su pelo al estilo pajón no la hace fea y “si tengo que ir al salón y alisarme para ser bonita, entonces no lo soy, pero con mi pelo natural si”.
Ser libre y dejar de ir al salón de belleza fueron las razones que impulsaron a Lusverlyn Arias, consultora de comunicaciones en la CDEEE; para cambiar su pelaje y dejar de exhibirlo lacio (con procesos) y mostrarlo al natural, rizo.
“Siento mucha libertad, anteriormente yo tenía que acudir a los centros de belleza para lucir mi cabello lacio y ahora voy si es alguna actividad especial. Generalmente me lavo y me hago mis rizos y eso me genera mucha tranquilidad”, destaca.
Cuidado, retos y beneficios del cabello rizo
Existe mucha información en Internet en torno al tratamiento del cabello afro, crespo o rizo. Blogs como “Rizos divinos y más”, canales en YouTube como “DailyCurlz” y centros de belleza como “Mizz Rizos Salón”, en Santo Domingo y “Rizos Afros y más”, en Santiago, son referentes para aprender a manejar este tipo de pelo.
Contrario a lo que muchos puedan pensar, aunque no se someta a procesos para alisarlo o desrizarlo, el pelo al natural necesita ser hidratado, ya que en nuestro clima suele resecarse mucho; por eso hay que desenredarlo con frecuencia, cortarles las puntas y acondicionarlo con productos sin sulfato, aclara Karen.
De su lado, Bianka atestigua que recibe más comentarios positivos que negativos desde que decidió llevar su pelo rizo y que muchas personas les piden tips para poder lucirla de la misma manera.
En tanto que Lusverlyn asegura que el hecho de llevar el pelo al natural no le afectó de forma directa en su entorno laboral y que, al contrario, ella sirve de inspiración para otras compañeras que quieren lucirlo como ella.
Retos y desafíos
Entre los retos a vencer en cuanto al uso del pelo afro o cabellera rizada el más difícil de enfrentar es que se considere que este no lesiona el aspecto profesional y que es adecuado para asistir al trabajo o a una actividad formal.
Esta percepción debe ser cambiada y es tiempo ya, de que en República Dominicana, un país donde sus habitantes somos predominantemente mulatos, redefinan los estándares de belleza y se acepte el pelo crespo, afro o rizo, para que no se discrimine a las personas que decidan exhibirlo así.
Quien no tenga el pelo lacio y lo desee, que se lo alise; que de desestime la práctica de ridiculizar a quien adopte la decisión de llevarlo al natural.