Pide conciencia ciudadana ante los efectos de la tormenta tropical Melissa
Santo Domingo.– Mientras la tormenta tropical Melissa deja a su paso calles anegadas y comunidades en alerta, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) libra otra batalla menos visible, pero igual de urgente: la que se enfrenta al cúmulo de basura que asfixia las cañadas del Gran Santo Domingo.
Durante los últimos tres días, decenas de brigadas y equipos técnicos han trabajado sin pausa en labores de limpieza, desobstrucción y saneamiento de los cauces, retirando toneladas de desechos sólidos que van desde plásticos y colchones hasta ropa y restos de materiales de construcción.
Estos residuos, explicó la institución, no solo contaminan los afluentes, sino que bloquean el paso del agua y agravan el riesgo de inundaciones en sectores vulnerables como Los Ríos, Gualey, La Zurza y La Ciénaga.
“Ningún sistema de saneamiento puede resistir el volumen de basura que se lanza cada día.
Cada funda o botella arrojada a una cañada termina convirtiéndose en un muro que pone en riesgo vidas y propiedades”,
advirtió la CAASD en un comunicado.
El operativo forma parte del plan de contingencia y respuesta temprana activado por la entidad ante los efectos del fenómeno atmosférico, con el objetivo de garantizar el flujo natural de las aguas y reducir daños materiales en las comunidades ribereñas.

Sin embargo, desde la institución admiten que el mayor reto sigue siendo la falta de conciencia ciudadana. Aunque las brigadas trabajan sin descanso, la basura regresa a los cauces al poco tiempo, arrastrada por la indiferencia o el desconocimiento de quienes la depositan en las calles.
La CAASD reafirmó su compromiso con la protección del medio ambiente y lanzó un mensaje contundente a la población:
“Tirar basura en las cañadas no solo contamina y provoca inundaciones; también puede poner en peligro tu seguridad y la de tu familia.
Cuidar las cañadas es cuidar la vida.”
En medio de la amenaza de Melissa, la institución insiste: prevenir es responsabilidad de todos, porque cada desecho que no llega a una cañada, es una inundación menos que lamentar.