Ildefonso Covarrubias Medina, director del centro, comentó que en 25 años de trabajo se ha cumplido con el compromiso de apoyar y dar la ayuda en asistencia social, en educación y salud.
“Creemos y nos sentimos orgullosos de haber hecho que estas personas tengan una vida digna. El compartir con esta gente sus vivencias hace que todos caminemos juntos y obtener logros que nos unen nos lleva a ser mejores cada día.”
Antes de la creación del centro comunitario, los jóvenes y niños, jugaban y corrían en grandes charcos de lodo, lo que les ocasionaba enfermedades gastrointestinales y de la piel. Su futuro era incierto y oscuro, debido a la escasez de planteles educativos. Con la instalación de esta institución altruista ahora ha cambiado su destino.
Ahora los jóvenes van a la escuela, cuentan con campos de fútbol, basquetbol, voleibol y practican Tae Kwon Do. Desarrollan sus habilidades a través de la música, la danza, manualidades y acuden a talleres de salud comunitaria en donde toman cursos de autoestima, sexualidad y prevención de enfermedades, entre otros.
El Centro de Desarrollo Comunitario no sólo se preocupa por mantener las instalaciones limpias y en orden, sino que los maestros, directivos y personal que laboran aquí siempre tienen una sonrisa y trato amable para todos los asistentes.
En esta institución atienden a niños con discapacidades diferentes como parálisis cerebral, síndrome de Down, discapacidad intelectual y retraso psicomotor. A estos pequeños, de acuerdo a su discapacidad, se les apoya con terapias físicas, psicológicas y estimulación temprana.
El Centro Comunitario Juan Diego cuenta también con biblioteca, ludoteca, consultorios, clínica dental, comedor, tortillería, taquería y farmacia.
Sobre la creación del centro
En 1991, un sacerdote, luchador social y académico, Enrique González Torres, preocupado por la problemática social y los altos índices de pobreza y de marginación en los que se vivía en este municipio, pidió apoyo a una entidad bancaria mexicana y al Fondo para la Asistencia de Promoción y Desarrollo, IAP (Faprode) así como al tenor Placido Domingo para disminuir las carencias de los pobladores y brindarles una mejor calidad de vida.
Así nació el Centro de Desarrollo Comunitario Juan Diego, IAP en Valle de Chalco Solidaridad, en un terreno de dos hectáreas que brinda pre primario, secundario y preparatorio abierto, así como computación, serigrafía y capacitación como educadoras a jóvenes adolescentes.
eb: www.comunitariojd.org