A propósito de las convulsiones propias de la pandemia y el período de incertidumbre por el que atraviesan miles de seres humanos, les comparto algunas reflexiones para iniciar el día.
Mi primera bendición del día es despertar ¡Gracias! Un maravilloso día comienza cuando agradeces.
El universo hace su parte si tú haces la tuya.
Sea lo que sea que busques, no está en los demás.
Está en ti. No arruines un nuevo día pensando en el ayer.
Déjalo ir.
Aprende a escuchar tu corazón y no el miedo de otras personas.-
Si hay tormenta habrá arcoíris.
Cuando todo parece un caos respira y confía.
Aunque pierdas las esperanzas, no temas.
Es la vida poniendo todo en su lugar.
Recuerda que pensar demasiado es el arte de crear problemas que no existen.
Confía, respira, vive!
Si confías, respiras y te dedicas a vivir a plenitud cada instante, te darás cuenta que la vida no exige tanto de ti.
Solo te pide ser feliz.
Piensa bonito. Recuerda que la energía fluye hacia dónde va tu atención.
Paz
No significa una vida sin problemas ni ruidos.
Paz significa que a pesar del aparente caos, tengas la certeza de que todo estará bien. Cuando hay paz interior, hay calma en tu corazón.
Hoy es mi día favorito.
Repite esta frase hoy, mañana, pasado mañana…
Menos miedo, más fe.
Inhala, exhala, cierra los ojos, déjate acariciar por la brisa y deja que la vida fluya. Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida.
Aun en plena pandemia, confía.
No es el fin del mundo, es apenas el comienzo de uno nuevo. Cuídate, Cuida lo que te hace feliz y recuerda siempre que abrir los ojos, ya es un milagro.
No olvides dar gracias
Repítelo varias veces al día, incluso cuando no encuentres razones para agradecer.
Acuéstate agradeciendo y despertarás recibiendo.
Actúa con el corazón
Si actúas con el corazón, el universo se encargará del resto.