El Padre Ángel, presidente de la organización Mensajeros de la Paz, realizó una emotiva visita a dos centros de acogida de menores en Ceuta, poniendo en relieve la dura realidad que enfrentan muchos jóvenes migrantes en su búsqueda de un futuro mejor.
En uno de los centros, donde más de cien niños viven bajo protección, el presidente de Ceuta preguntó a un joven de 15 años sobre su viaje hasta la ciudad. El joven relató que había nadado durante más de tres horas para alcanzar la costa. Este testimonio, lleno de desesperación y valentía, conmocionó a las autoridades presentes y destacó la gravedad de la crisis migratoria en la región.
La visita estuvo marcada por una noticia trágica: el fallecimiento de un niño en el mar y la desaparición de otro. Estos hechos subrayan la urgencia de encontrar soluciones efectivas para evitar más pérdidas de vidas en el Mediterráneo, un problema que sigue cobrándose víctimas a medida que migrantes intentan cruzar a Europa.
Además de los centros de acogida, el Padre Ángel visitó un piso de acogida en Ceuta, donde más de 25 jóvenes reciben atención, formación y apoyo para su integración en la sociedad. A pesar de sus difíciles circunstancias, los niños se mostraban bien cuidados y optimistas, con la esperanza de continuar su educación y encontrar oportunidades laborales en el futuro.
Durante la rueda de prensa posterior a la visita, las preguntas se centraron en la búsqueda de soluciones. El presidente de Ceuta destacó su constante comunicación con diversas autoridades para abordar la crisis migratoria de manera efectiva. Por su parte, el Padre Ángel enfatizó la necesidad de un enfoque global para enfrentar el problema, subrayando que la migración no es solo un desafío local, sino mundial.
El Padre Ángel también recordó las palabras del Papa Francisco, quien ha señalado que la soledad y la migración son dos de los mayores problemas de la sociedad actual. La soledad, dijo, es la mayor pobreza que una persona puede experimentar, mientras que la migración es una realidad que debe ser enfrentada con solidaridad y acción conjunta.
A pesar de la magnitud del desafío, el mensaje del Padre Ángel fue de esperanza. «La sociedad, a pesar de la distancia física de las guerras, las muertes y el hambre, se conmueve y moviliza», afirmó. Señaló la importancia del trabajo de miles de voluntarios, cooperantes, y organizaciones no gubernamentales que, junto a instituciones como la Iglesia y la Cruz Roja, están comprometidos en aliviar los problemas de la soledad y la migración.
La visita del Padre Ángel a Ceuta ha resaltado que, aunque el desafío es inmenso, existe una voluntad compartida de trabajar juntos para encontrar soluciones y ofrecer esperanza a quienes más lo necesitan. Este esfuerzo colectivo, basado en la solidaridad y el compromiso, es fundamental para enfrentar una de las crisis humanitarias más urgentes de nuestro tiempo.