La lluvia no detuvo la magia de la Navidad en Punta Licey, Villa Mella, gracias a la Fundación Dominicana para la Niñez y el Desarrollo (FUDONIDE).
Más de 500 familias de escasos recursos fueron beneficiadas durante el tradicional almuerzo navideño, donde la solidaridad y la alegría brillaron con luz propia.
El evento, encabezado por el mayor general (r) del Ejército de República Dominicana, Miguel Ángel Cordero M., y su esposa Marisol Henríquez, presidenta y directora ejecutiva de FUDONIDE, contó con la participación activa de colaboradores y voluntarios que hicieron posible esta iniciativa llena de amor y esperanza.
El mayor general Cordero expresó su agradecimiento a Dios y destacó la importancia de compartir en familia el amor y la solidaridad propios de la temporada navideña. Hizo un llamado a cuidar de las familias y a educar a los hijos en valores, contribuyendo así a una sociedad más saludable y digna.
«Les deseamos una feliz Navidad en salud y en familia; sigamos cuidándonos para que el próximo año podamos seguir cumpliendo nuestros sueños de hacer de nuestro país un proyecto de nación en el que todos seamos uno, y en el que cada uno velemos por nuestro bienestar», añadió el mayor general Cordero.
La jornada navideña en Punta Licey incluyó la entrega de más de 500 canastas a las familias presentes. Los habitantes de la comunidad disfrutaron de un delicioso almuerzo, frutas navideñas y un exquisito arroz con leche, creando momentos especiales de unión y celebración.
La visita sorpresa de la Pitonisa, conocida por su participación en «Los Dueños del Circo», añadió un toque de humor y entusiasmo al evento. La animación musical, a cargo de DJ INTERACTIVO y otros artistas invitados, como Carlos Marine, elevó la energía festiva, creando un ambiente lleno de sorpresas y emociones, característico de los eventos realizados por FUDONIDE.
Este gesto solidario de FUDONIDE no solo proporcionó alimentos y alegría a las familias de Punta Licey, sino que también reafirmó el compromiso de la fundación con el bienestar de la comunidad y su misión de llevar esperanza a quienes más lo necesitan. La Navidad en Punta Licey fue más que una celebración; fue un acto de amor y solidaridad que quedará grabado en el corazón de cada beneficiario.