El Gobierno dominicano ha impactado de manera directa a alrededor de 200 mil jóvenes y sus familias mediante la entrega de becas nacionales, internacionales y programas de aprendizaje de lenguas extranjeras, a través del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), abarcando todas las provincias del país y priorizando sectores vulnerables.
Desde agosto de 2020, bajo la gestión del presidente Luis Abinader, el MESCyT se ha consolidado como un actor clave de la política educativa nacional, con una estrategia enfocada en democratizar el acceso a la educación superior, fortalecer la ciencia y la innovación, y alinear el capital humano con las demandas del mercado laboral y la competitividad global.
La gestión, encabezada por el doctor Franklin García Fermín, se ha sustentado en dos ejes estratégicos fundamentales:
- Acceso ampliado a becas, tanto nacionales como internacionales, mediante procesos automatizados basados en el mérito.
- Fortalecimiento del ecosistema científico, con financiamiento a la investigación y promoción de áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Democratización del acceso a las becas
Una de las principales prioridades ha sido la expansión sostenida de las becas, incluyendo programas como Inglés de Inmersión, dirigidos a jóvenes de todo el país, con énfasis en comunidades históricamente excluidas. Estas acciones se alinean con la estrategia Meta RD 2036, orientada a transformar estructuralmente el país y duplicar el PIB hacia ese año.
Desde 2020 hasta la fecha, se han otorgado 38,248 becas nacionales y 9,292 internacionales en los niveles técnico superior, grado y posgrado, además de 146,000 becas para el aprendizaje de lenguas extranjeras. El impacto global supera las 200,000 familias beneficiadas, gracias a la mejora en las habilidades, la empleabilidad y las oportunidades de desarrollo de los becarios.
Transparencia, mérito e inclusión territorial
El MESCyT implementó el Sistema Nacional de Becas, un mecanismo automatizado que evalúa criterios académicos y socioeconómicos, reduciendo el clientelismo y garantizando igualdad de oportunidades.
Asimismo, se priorizó la inclusión de jóvenes de provincias tradicionalmente rezagadas como Barahona, San Juan, Pedernales, Elías Piña, Dajabón, San José de Ocoa y Hermanas Mirabal. En zonas con desarrollo turístico emergente, como Pedernales, Samaná y María Trinidad Sánchez, se reforzaron los programas de idiomas para impulsar la empleabilidad local.
Impulso a la ciencia, la investigación y la innovación
Entre 2020 y 2025, el MESCyT destinó más de RD$2,565 millones a la investigación científica a través del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDOCYT), con énfasis en áreas como salud, medioambiente y tecnología.
Hasta el momento se han financiado 306 proyectos científicos, y se proyecta el apoyo a otros 70 proyectos adicionales con una inversión de RD$450 millones para 2026. Además, 463 nuevos científicos fueron integrados a la Carrera Nacional de Investigadores (CNI), elevando el total a 2,035 miembros activos.
Formación alineada al mercado laboral
La política de becas ha priorizado áreas emergentes como inteligencia artificial, robótica, ciencia de datos y semiconductores. Actualmente, cerca del 32 % de las becas nacionales se destinan a carreras STEM, en respuesta a la creciente demanda de profesionales altamente calificados por parte de los sectores productivos.
De igual forma, el fortalecimiento de programas como Fulbright–MESCyT ha permitido que estudiantes dominicanos accedan a universidades de prestigio internacional, aportando una visión global al capital humano del país.
Calidad educativa y competitividad en medicina
El MESCyT también ha impulsado la actualización de normas y la acreditación internacional de las escuelas de medicina, mediante evaluaciones basadas en estándares de Estados Unidos. Este proceso busca garantizar la excelencia académica y facilitar el reconocimiento internacional de los títulos dominicanos.
Conclusión
La gestión del MESCyT (2020–2025) representa una apuesta firme por la democratización de la educación superior, el fortalecimiento de la ciencia y la inclusión social. Los avances en becas, investigación y calidad académica, alineados con la visión de Meta RD 2036, sientan bases sólidas para un desarrollo sostenible y un talento humano más competitivo a nivel global.
