Investigaciones apuntan a una posible intoxicación y agresiones previas.
El mundo de la música se encuentra sumido en el asombro tras la trágica muerte de Liam Payne, el excantante de la icónica banda británica One Direction. Desde su llegada a Buenos Aires a principios de octubre, se habían disparado los rumores sobre su estado de salud, culminando en un incidente devastador que ha dejado muchas preguntas sin respuesta. Las investigaciones han comenzado a revelar detalles inquietantes sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento en el hotel Casa Sur, donde se encontraba alojado.
De acuerdo con las fuentes oficiales, los acontecimientos tomaron un giro oscuro en la tarde del incidente. A las 5:00 p.m., se recibió un llamado al 911 informando sobre ruidos fuertes y la presencia de un «hombre agresivo» en la habitación de Liam. Testigos afirman que el cantante podría haber estado bajo los efectos de drogas o alcohol, lo que complicó aún más la situación. Pocos minutos después, un sonido desgarrador resonó en el hotel; Liam había caído desde el balcón de su habitación en el tercer piso.
La autopsia será crucial para esclarecer las causas de su muerte, pero los indicios apuntan a un posible homicidio, exacerbado por el consumo de sustancias. La veracidad de varias imágenes que circulan en redes sociales sobre el estado de la habitación ha generado un revuelo considerable. Estas imágenes muestran un entorno caótico que incluye un televisor con una pantalla dañada, botellas de alcohol y copas esparcidas, lo que refuerza las teorías sobre el posible uso de drogas.
Los hallazgos en la habitación son alarmantes. En un escritorio, se encontraron restos de sustancias desconocidas, junto con elementos que sugieren un consumo excesivo de alcohol y drogas. Entre los objetos se incluían velas, un encendedor, y lo que parece ser polvo blanco, que se especula podría ser cocaína. Más inquietante aún fueron los restos hallados en la bañera, donde se observaba cera y papel aluminio quemado, elementos frecuentemente asociados al consumo de drogas.
La historia de Liam Payne ha estado marcada por su lucha contra la adicción. Desde su salida de One Direction en 2015, el artista había ingresado a rehabilitación en al menos dos ocasiones por problemas relacionados con el alcohol. Esta trayectoria ha alimentado las especulaciones sobre una posible intoxicación que podría haber contribuido a su caída fatal.
El director del SAME, Alberto Crescenti, afirmó que al llegar al lugar de los hechos, los paramédicos encontraron a Liam con «lesiones incompatibles con la vida». Las dimensiones de la caída, estimadas en casi 14 metros, resultaron devastadoras. “Hubiéramos querido tener una oportunidad para él, pero las lesiones eran gravísimas”, comentó Crescenti en una entrevista.
Las autoridades han comenzado una investigación profunda, centrándose en la actividad previa al incidente. Se ha revelado que el encargado del hotel fue quien alertó a la policía, reportando ruidos extraños y la actitud errática del cantante. Tras la llegada de los oficiales, se confirmó que Liam había caído del balcón, y su identidad fue verificada mediante su pasaporte.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia, los fanáticos y amigos de Liam Payne se suman a la conmoción. La pérdida de un artista tan influyente en la música deja un vacío en la industria y plantea interrogantes sobre la vida de quienes luchan con las sombras de la fama y la adicción. Las investigaciones continuarán, y la verdad detrás de esta tragedia comenzará a desvelarse con el tiempo.