Los Mavericks recuperaron a uno de sus principales jugadores, pero perdieron a otro. Y al final, no pudieron controlar al Jugador Más Valioso de la final pasada en la NBA.
Los Mavs vieron cortada una racha de cuatro victorias consecutivas y, lo peor de todo, perdieron a una pieza crucial, el pívot Dwight Powell, justo cuando había regresado Kristaps Porzingis.
Hacia el final del primer periodo, Powell cayó sin que mediara un contacto con otro jugador, debido a una lesión en el tendón de Aquiles derecho. Aunque se someterá este miércoles a una resonancia magnética, el equipo advierte que podría perderlo por un largo tiempo.
“Se teme que sea algo severo”, dijo el entrenador Rick Carlisle.
El puertorriqueño José Juan Barea, quien se rompió también un tendón de Aquiles la temporada pasada, lució consternado en momentos en que Powell era retirado de la cancha.
“Esto no puede ser más duro, si es que termina siendo lo que tememos”, indicó Carlisle. “Pero él volverá sin importar lo que pase. Estos chicos son duros, ¿saben? Tienen muchos recursos y un gran espíritu de lucha. Barea es uno de ellos y Powell es otro. Volverá”.
El letón Porzingis anotó 10 puntos, al acertar cuatro de sus 17 disparos en su regreso, luego de perderse 10 encuentros por un dolor en la rodilla derecha.
Luka Doncic sumó 36 puntos, 10 rebotes y nueve asistencias por Dallas. El esloveno consiguió 24 tantos en la segunda mitad para ayudar en una reacción de los Mavs, que perdían por dos dígitos desde finales del segundo periodo y durante buena parte del tercero.
Shamet ayudó a que los Clippers frenaran la reacción de Dallas. Su triple desde el costado izquierdo dio a Los Ángeles la delantera por 100-98, cuando restaban 2:48 minutos.
Mintrezl Harrell convirtió dos tiros libres y Shamet embocó otro triple para colocar a los Clippers arriba por siete. Totalizó 18 unidades.
“Simplemente encontramos la forma de ganar”, dijo.
