Fue puesto a circular recientemente el libro de relatos “Raíces sedientas”, de la escritora Lisette Vega de Purcell, durante un acto efectuado en la Biblioteca Nacional Pedro Henriquez Ureña.
En la actividad, conducida por la periodista Marivell Contreras, presentaron la obra Guillermo Sención y la periodista y escritora Margarita Cordero. El actor Iván García leyó un fragmento de la obra publicada de Vega de Purcell.
Entre los presentes se encontraban la ministra de Cultura, Carmen Heredia, amigos y amigas de la autora e interesados en la literatura.
Guillermo Sención resaltó que Lisette Vega de Purcell exterioriza con gracia y elegancia su mundo interior, sus vivencias y las de sus contemporáneos, empleándose a fondo en el tratamiento del lenguaje para lograr el mejor resultado en el manejo de sus diferentes propuestas escriturales: novela, crónica, memorias, relatos breves y poemas.
“’Raíces sedientas’ es su tercer libro y el lector puede notar desde las primeras líneas sus dotes de gran escritora; además, de autora polifacética, donde esa formación adquirida es mostrada en los diferentes géneros en que se maneja en este valioso libro”, manifestó.
Dijo que en el género de la narrativa breve la autora entrega sus cuentos y delicias en cálidos amaneceres.
“Lisette retoma el tema de sus vivencias durante la pandemia, dando espacio en los relatos a emotivas descripciones de la Ciudad Colonial. Hace de ‘Flaneur’ para recrear vivencias oteando en el entorno de su actual lugar de residencia, el ensanche Naco. Aquí reaparece la cronista, dando constancia de cómo era la ciudad y señalando la transformación que ha sufrido desde la aparición de ese virus que ha modificado formas de vida y cambiado las maneras de realizar las diversas actividades en los espacios públicos”, agregó.
Afirmó que, en síntesis, este libro encierra en cierto modo una mirada retrospectiva de la autora sobre sus vivencias, sueños, anhelos y amor por sus seres queridos, llevada a la ficción con indiscutible maestría.
En tanto, Margarita Cordero manifestó que Lisette Vega ha decidido escribir y lo hace con vocación y persistencia y casi con vehemencia.
Expresó que la característica de Lisette que más me atrae es la franqueza con la que escribe sobre temas que, por razones sociales que aun pesan como lápidas en la vida de las mujeres, son generalmente tabúes.
“Desde el disfrute de la sexualidad que burla las represiones, hasta la dipsomanía, pasando por esa gama infinita de pequeñas circunstancias, buenas y malas, que son, a la postre, las que entretejen nuestra vida, pero en las cuales las mujeres seguimos renuentes a reconocernos, en una especie de ablación existencial”, añadió.
Palabras de la autora
Tras escuchar las presentaciones, la autora habló de sus lecturas y de su proceso de escritura ampliamente.
Dijo que ha deseado ser fiel a su época, pero sobre todo fiel a sí misma, a su verdad, a sus sentimientos y deseos y a una historia que debió, quizás, ser escrita dos siglos atrás.
Contó que el libro fue ideado y escrito durante el año y los meses en que surgió y se recrudeció la pandemia del coronavirus y que como un milagro ocurrió que, conjuntamente con la llamada de alarma para el encierro obligado, se efectuó en ella un proceso de inspiración, aquello que los clásicos llamaron “musa”, para empezar a llenar páginas enteras de ideas y evocaciones que, como un torrente irrefrenable, brotaban libremente de esa fuente inagotable que es la mente.