Santo Domingo, Noviembre de 2025. – La médico anestesióloga y especialista en dolor Ángela Marmolejos exhortó a la comunidad médica a reevaluar el uso de procedimientos invasivos en pacientes cuyo pronóstico no mejorará, advirtiendo que insistir en intervenciones sin beneficios reales puede causar más sufrimiento que alivio.
Marmolejos, también nutrióloga y CEO de Pallia, proyecto especializado en manejo del dolor, cuidados paliativos y asistencia domiciliaria, llamó a sus colegas a priorizar la dignidad, la calidad de vida y el bienestar emocional de los pacientes y sus familias.
“Los médicos debemos parar procedimientos agresivos que no mejoran a los pacientes”
La especialista explicó que el encarnizamiento terapéutico o distanasia ocurre cuando se continúa con tratamientos desproporcionados que no modifican el curso de la enfermedad, pero sí prolongan el sufrimiento.
“Mantener a un paciente terminal bajo procedimientos invasivos, tratamientos agotadores o soportes artificiales que no brindan una oportunidad real de recuperación no es sinónimo de esperanza; es, muchas veces, una forma silenciosa de daño”, afirmó.
Agregó que, aunque la tecnología médica ofrece cada vez más alternativas y terapias experimentales, esto puede llevar a que la dignidad y la calidad de vida queden relegadas frente al deseo de agotar todas las posibilidades clínicas.
Llamado a un enfoque ético y humano
Marmolejos señaló que el costo emocional para el paciente, la familia y el cuidador es elevado, especialmente cuando mantienen la fe en intervenciones que no representan una mejoría real.
Destacó la importancia de la comunicación temprana y honesta como herramienta para decisiones más conscientes:
“Cuando se explican los límites de la medicina con honestidad y humanidad, surgen decisiones más serenas, más respetuosas, más centradas en lo que realmente importa”.
La especialista instó a que cada decisión terapéutica en pacientes terminales o con enfermedades de progresión rápida pase por un filtro ético y humano, que contemple si la intervención mejora la calidad de vida, alivia el sufrimiento, respeta la dignidad y los deseos del paciente, o si solo prolonga un proceso irreversible.
“La medicina no solo trata enfermedades, acompaña personas”
Marmolejos recordó que, entre curar y cuidar, muchas veces lo más valioso es priorizar el acompañamiento, el confort y la presencia.
“La ciencia nos ha dado herramientas poderosas, pero aún más poderosa debería ser nuestra capacidad de escuchar, comprender y reconocer cuándo el verdadero acto de amor —y de medicina— es ofrecer confort, presencia y acompañamiento”.
Sobre la especialista
La doctora Ángela Marmolejos es anestesióloga con formación especializada en nutrición, manejo del dolor y cuidados paliativos, con estudios en República Dominicana, México y Brasil.
